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Ejercicio físico aeróbico para pacientes adultos con neoplasias hematológicas malignas

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Abstract

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Antecedentes

Aunque los pacientes con neoplasias hematológicas malignas tienen que enfrentarse fases largas de tratamiento e inmovilidad que disminuyen su nivel de rendimiento físico, la recomendación de descansar y evitar ejercicios intensivos todavía es una práctica común. Esta recomendación se debe en parte a la anemia grave y la trombocitopenia que padecen muchos pacientes. La incapacidad para realizar las actividades cotidianas los restringe, disminuye su calidad de vida y puede influir en el tratamiento médico.

Objetivos

Evaluar la eficacia, la seguridad y la factibilidad del ejercicio físico aeróbico en adultos que padecen de neoplasias hematológicas malignas.

Métodos de búsqueda

Se hicieron búsquedas de ensayos controlados aleatorios (ECA) en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (The Cochrane Library, 2014, número 1) y en MEDLINE (1950 hasta enero 2014), así como en actas de congresos.

Criterios de selección

Se incluyeron ECA que comparaban una intervención con ejercicio físico aeróbico, dirigida a mejorar el sistema de oxígeno, como agregado a la atención estándar versus atención estándar solamente en adultos que padecen de neoplasias hematológicas malignas. También se incluyeron estudios que evaluaban el ejercicio aeróbico como agregado del entrenamiento de la fuerza. Se excluyeron los estudios que investigaban el efecto de los programas de entrenamiento compuestos por yoga, tai chi chuan, qigong o tipos de ejercicio similares. También se excluyeron los estudios que exploraban la influencia del entrenamiento de la fuerza sin ejercicio aeróbico agregado. Además, se excluyeron los estudios que evaluaban resultados sin ningún impacto clínico.

Obtención y análisis de los datos

Dos autores de la revisión, de forma independiente, examinaron los resultados de la búsqueda, extrajeron los datos y evaluaron la calidad de los ensayos. Se utilizaron los cocientes de riesgos (CR) para los eventos adversos y la supervivencia a los 100 días, las diferencias de medias estandarizadas para la calidad de vida (CdV), la fatiga y el rendimiento físico y las diferencias de medias para las mediciones antropométricas.

Resultados principales

Las estrategias de búsqueda identificaron 1518 referencias potencialmente relevantes. De éstos, se incluyeron nueve ECA con 818 participantes. El potencial riesgo de sesgo en estos ensayos no está claro debido a la mala presentación de los informes.

La mayoría de los participantes padecía de leucemia linfoblástica aguda (LLA), leucemia mieloide aguda (LMA), linfoma maligno y mieloma múltiple y seis ensayos asignaron al azar a pacientes sometidos al trasplante de células madre. En su mayoría, la intervención con ejercicio constó de diversos programas de intervención con caminata con diferente duración y niveles de intensidad.

La variable principal de evaluación de la supervivencia general (SG) no se analizó en ninguno de los ensayos incluidos, aunque tres ensayos informaron la muerte de los participantes durante el curso del estudio o durante los primeros 100 días. No hay pruebas de una diferencia entre los participantes que realizaron ejercicios y los del grupo de control (CR 0,93; IC del 95%: 0,59 a 1,47; P = 0,75; tres ensayos, 269 participantes, calidad moderada de las pruebas).

Cuatro ensayos analizaron la influencia de la intervención con ejercicio en la calidad de vida (CdV). Con la exclusión de un ensayo con graves desequilibrios iniciales, el ejercicio físico mejora la CdV (DME 0,26; IC del 95%: 0,03 a 0,49; P = 0,03; tres ensayos, 291 participantes, baja calidad de las pruebas). Este efecto positivo del ejercicio también se encontró en las subescalas del funcionamiento físico (DME 0,33; IC del 95%: 0,13 a 0,52; P = 0,0009; 4 ensayos, 422 participantes, pruebas de calidad moderada) y de la depresión (DME 0,25; IC del 95%: ‐0,00 a 0,50; P = 0,05; tres ensayos, 249 participantes, baja calidad de las pruebas). Sin embargo, no existen pruebas de una diferencia entre el ejercicio adicional y el tratamiento estándar para la subescala de la ansiedad (DME ‐0,18; IC del 95%: ‐0,64 a 0,28; P = 0,45; tres ensayos, 249 participantes, baja calidad de las pruebas). Siete ensayos (692 participantes) evaluaron la fatiga. Hay pruebas de calidad moderada de que el ejercicio mejora la fatiga (DME 0,24; IC del 95%: 0,08 a 0,40; P = 0,003).

Ocho estudios evaluaron diversos aspectos del rendimiento físico (p.ej. capacidad aeróbica, aptitud cardiovascular), pero ninguno de los mismos pudo agruparse en un metanálisis. En siete ensayos se observa una tendencia o un efecto estadísticamente significativo que favorece al grupo de ejercicio (pruebas de muy baja calidad).

Tres ensayos (266 participantes) investigaron los eventos adversos graves (EAG) (p.ej. hemorragia, fiebre, neumonía, trombosis venosa profunda e infección), y un ensayo (122 participantes) evaluó los eventos adversos (EA). No hay pruebas de una diferencia entre los brazos en cuanto a los EAG (CR 1,44; IC del 95%: 0,96 a 2,18; p = 0,06) o los EA (CR 7,23; IC del 95%: 0,38 a 137,05; P = 0,19); ambos hallazgos se basan en la baja calidad de las pruebas.

Conclusiones de los autores

No existen pruebas de diferencias en la mortalidad entre los grupos de ejercicio y de control. El ejercicio físico como agregado a la atención estándar puede mejorar la calidad de vida, especialmente el funcionamiento físico, la depresión y la fatiga. Actualmente, hay pruebas no concluyentes con respecto a la ansiedad, el rendimiento físico, los eventos adversos y los eventos adversos graves.

Se necesitan ensayos adicionales con más participantes y períodos de seguimiento más prolongados para evaluar los efectos de la intervención con ejercicio para los pacientes que padecen de neoplasias hematológicas malignas. Además, se necesitan ensayos en los que la supervivencia general sea el resultado primario para determinar si los beneficios sugeridos se traducen en una ventaja de supervivencia. Para mejorar la comparabilidad de los datos de los estudios, sería útil el desarrollo y la aplicación de grupos básicos de dispositivos de medición.

PICO

Population
Intervention
Comparison
Outcome

El uso y la enseñanza del modelo PICO están muy extendidos en el ámbito de la atención sanitaria basada en la evidencia para formular preguntas y estrategias de búsqueda y para caracterizar estudios o metanálisis clínicos. PICO son las siglas en inglés de cuatro posibles componentes de una pregunta de investigación: paciente, población o problema; intervención; comparación; desenlace (outcome).

Para saber más sobre el uso del modelo PICO, puede consultar el Manual Cochrane.

Plain language summary

Función del ejercicio físico aeróbico en adultos con neoplasias hematológicas malignas

Pregunta de la revisión

Se examinaron las pruebas existentes con respecto al efecto del ejercicio físico aeróbico más atención estándar en comparación con atención estándar solamente en adultos con neoplasias hematológicas malignas. Se encontraron nueve ensayos controlados aleatorios.

Antecedentes

Una neoplasia hematológica maligna es un tumor de las células mieloides o linfáticas. Los linfomas, las leucemias, los mielomas, los síndromes mielodisplásicos y las enfermedades mieloproliferativas son neoplasias hematológicas malignas. Estas enfermedades representan casi un 10% de los nuevos diagnósticos de cáncer en los Estados Unidos y se caracterizan por cursos clínicos y pronósticos sumamente variables y divergentes. Hay diversos tratamientos disponibles para los pacientes con neoplasias hematológicas malignas, desde un enfoque de vigilancia y espera hasta quimioterapia con agentes únicos o múltiples (combinación de fármacos), radioterapia, inmunoterapia y trasplante de células madre autólogo (un individuo es donante y receptor) o alogénico (donante y receptor son dos individuos). Además, se administra el mejor tratamiento médico de apoyo para lograr que los pacientes se sientan más cómodos y para prevenir, controlar o tratar las complicaciones y los efectos secundarios. Aunque los pacientes con neoplasias hematológicas malignas tienen que enfrentarse fases largas de tratamiento e inmovilidad que reducen su nivel de rendimiento físico, la recomendación de descansar y evitar los ejercicios intensivos todavía es una práctica común. La misma está vinculada en parte al número reducido de glóbulos rojos y plaquetas que padecen muchos pacientes. La incapacidad para realizar las actividades cotidianas los restringe, disminuye su calidad de vida y puede influir en el tratamiento médico.

Características de los estudios

Se efectuaron búsquedas en varias bases de datos de la bibliografía médica y se incluyeron nueve ensayos controlados aleatorios con 818 pacientes que comparaban una intervención con ejercicio físico dirigida a mejorar el sistema de oxígeno más atención estándar versus atención estándar solamente. La mayoría de los pacientes presentaba leucemia aguda, mieloma múltiple o linfoma. En cinco ensayos los participantes fueron sometidos al trasplante de sus propias células madre o de células madre de un donante. Las intervenciones con ejercicio aeróbico constaban de diversos programas de caminata de diferentes duraciones e intensidad. Las pruebas están actualizadas hasta enero 2014.

Resultados clave

Ninguno de los ensayos incluidos consideró la supervivencia general, aunque tres ensayos informaron la cantidad de muertes de los participantes en el período de estudio o durante los primeros 100 días. No existen pruebas de diferencias en este resultado entre el grupo de ejercicio y el grupo de control.

Cuatro ensayos midieron la calidad de vida (CdV). Un ensayo se excluyó de este análisis debido a las diferencias iniciales entre los grupos. Los tres ensayos restantes mostraron mejorías en la CdV para el brazo de ejercicio. Cuatro ensayos evaluaron el funcionamiento físico, la depresión y la ansiedad, y los mismos se combinaron en el metanálisis. Hay un beneficio para el grupo de ejercicio en el funcionamiento físico y la depresión, aunque no hay pruebas claras de una diferencia en la ansiedad entre el grupo de ejercicio y de control. Siete ensayos evaluaron la fatiga, y mostraron una ventaja para los que realizaron ejercicios.

Ocho estudios evaluaron el nivel de rendimiento físico (p.ej. capacidad aeróbica, aptitud cardiovascular) y en siete de dichos ensayos se encontró una tendencia o una mejoría estadísticamente significativa en el brazo de ejercicio.
Tres ensayos midieron los eventos adversos graves, y un ensayo informó eventos adversos (efectos secundarios), pero los resultados de estas pruebas no son concluyentes.

Calidad de la evidencia

La calidad de las pruebas incluidas es moderada para las muertes, el funcionamiento físico y la fatiga; baja para la calidad de vida general, la depresión, la ansiedad, los eventos adversos y los eventos adversos graves; y muy baja para el rendimiento físico. Las limitaciones principales incluyeron la falta de cegamiento de los participantes, los médicos y los evaluadores de resultado, y el número bajo de participantes en los estudios incluidos, que dio lugar a que no fuese posible excluir la posibilidad de que la intervención tenga poco o ningún efecto.