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Efectos de una dieta baja en sodio versus una dieta alta en sodio sobre la presión arterial, la renina, la aldosterona, las catecolaminas, el colesterol y los triglicéridos

Esta versión no es la más reciente

Abstract

Antecedentes

A pesar de más de 100 años de investigaciones, aún no se ha resuelto la interrogante de la reducción de la ingesta de sodio como una iniciativa de profilaxis sanitaria.

Objetivos

Calcular los efectos de la ingesta baja de sodio versus la ingesta alta de sodio sobre la presión arterial sistólica y diastólica (PAS y PAD), los niveles plasmáticos o séricos de renina, aldosterona, catecolaminas, colesterol, lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés), lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) y triglicéridos.

Métodos de búsqueda

El especialista en información del Grupo Cochrane de Hipertensión (Cochrane Hypertension Group) buscó ensayos controlados aleatorizados en las siguientes bases de datos hasta marzo 2016: registro especializado del Grupo Cochrane de Hipertensión (Cochrane Hypertension Specialised Register), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL), (2016, Número 3), MEDLINE (desde 1946), Embase (desde 1974), World Health Organization International Clinical Trials Registry Platform y ClinicalTrials.gov. Además, se buscaron las listas de referencias de los artículos pertinentes.

Criterios de selección

Se incluyeron los estudios que asignaron al azar a las personas a dieta baja en sodio y a dieta alta en sodio, si evaluaron al menos uno de los parámetros de resultado mencionados anteriormente.

Obtención y análisis de los datos

Dos autores de la revisión de forma independiente recopilaron los datos, que se analizaron mediante Review Manager 5.3.

Resultados principales

Se incluyeron 185 estudios. La ingesta media de sodio se redujo de 201 mmol/día (correspondiente al nivel alto habitual) a 66 mmol/día (correspondiente al nivel recomendado).

El efecto de la reducción de sodio sobre la presión sanguínea (PA) fue el siguiente: personas blancas con normotensión: PAS: diferencia de medias (DM) ‐1,09 mmHg (intervalo de confianza [IC] del 95%: ‐1,63 a ‐0,56; p = 0,0001); 89 estudios, 8569 participantes; PAD: + 0,03 mmHg (DM IC del 95%: ‐0,37 a 0,43; p = 0,89); 90 estudios, 8833 participantes. Evidencia de calidad alta.

Personas negras con normotensión: PAS: DM ‐4,02 mmHg (IC del 95%:‐7.37 a ‐0,68; p = 0.002); siete estudios, 506 participantes; PAD: DM ‐2,01 mmHg (IC del 95%:‐4,37 a 0,35; p = 0.09); siete estudios, 506 participantes. Evidencia de calidad moderada.

Personas asiáticas con normotensión: PAS: DM ‐0,72 mmHg (IC del 95%: ‐3,86 a 2,41; p = 0,65); PAD: DM ‐1,63 mmHg (IC del 95%: ‐3,35 a 0,08; p =0,06); tres estudios, 393 participantes. Evidencia de calidad moderada.

Personas blancas con hipertensión: PAS: DM ‐5,51 mmHg (IC del 95%: ‐6,45 a ‐4,57; p < 0,00001); 84 estudios, 5925 participantes; PAD: DM ‐2,88 mmHg (IC del 95%: ‐3,44 a ‐2,32; p < 0,00001); 85 estudios, 6001 participantes. Evidencia de calidad alta.

Personas negras con hipertensión: PAS DM ‐6,64 mmHg (IC del 95%: ‐9,00 a ‐4,27; p = 0,00001); ocho estudios, 619 participantes; PAD ‐2,91 mmHg (IC del 95%: ‐4,52 a ‐1,30; p = 0,0004); ocho estudios, 619 participantes. Evidencia de calidad moderada.

Personas asiáticas con hipertensión: PAS: DM ‐7.75 mmHg (IC del 95%:‐11,44 a ‐4,07; p < 0,0001) nueve estudios, 501 participantes; PAD: DM ‐2,68 mmHg (IC del 95%: ‐4,21 a ‐1,15; p = 0,0006). Evidencia de calidad moderada.

Con la ingesta baja de sodio se produjo un aumento significativo de los niveles plasmáticos o séricos de renina (p < 0,00001), aldosterona (p < 0,00001), noradrenalina (p < 0,00001), adrenalina (p < 0,03), colesterol (p < 0,0005) y triglicéridos (p < 0,0006), en comparación con la ingesta alta de sodio. Todos los efectos se mantuvieron estables en 125 poblaciones de estudio con una ingesta de sodio inferior a 250 mmol/día y una intervención de reducción de sodio de al menos una semana.

Conclusiones de los autores

La reducción del sodio desde un nivel de consumo de sodio medio alto habitual (201 mmol/día) a un nivel medio de 66 mmol/día, que está por debajo del nivel superior recomendado de 100 mmol/día (5,8 g de sal), dio lugar a una disminución de la PAS/PAD de 1/0 mmHg en los participantes blancos con normotensión y a una disminución de la PAS/PIB de 5,5/2,9 mmHg en los participantes blancos con hipertensión. Unos pocos estudios mostraron que estos efectos en las poblaciones negras y asiáticas fueron mayores. Los efectos sobre las hormonas y los lípidos fueron similares en las personas con normotensión e hipertensión. La renina aumentó 1,60 ng/ml/hora (55%); la aldosterona aumentó 97,81 pg/ml (127%); la adrenalina aumentó 7,55 pg/ml (14%); la noradrenalina aumentó 63,56 pg/ml: (27%); el colesterol aumentó 5,59 mg/dl (2,9%); y los triglicéridos aumentaron 7,04 mg/dl (6,3%).

PICO

Population
Intervention
Comparison
Outcome

El uso y la enseñanza del modelo PICO están muy extendidos en el ámbito de la atención sanitaria basada en la evidencia para formular preguntas y estrategias de búsqueda y para caracterizar estudios o metanálisis clínicos. PICO son las siglas en inglés de cuatro posibles componentes de una pregunta de investigación: paciente, población o problema; intervención; comparación; desenlace (outcome).

Para saber más sobre el uso del modelo PICO, puede consultar el Manual Cochrane.

El efecto de una dieta baja en sal sobre la presión sanguínea y algunas hormonas y lípidos en personas con presión sanguínea normal y elevada

Pregunta de la revisión

Se analizaron los estudios en los que los participantes se distribuyeron al azar en grupos con un consumo de sal alto y bajo para investigar el efecto de la reducción del consumo de sal sobre la presión arterial (PA) y los posibles efectos secundarios de la reducción del sodio sobre algunas hormonas y lípidos.

Antecedentes

Como la reducción de la ingesta de sal disminuye la presión arterial (BP) en individuos con BP elevada, con frecuencia se aconseja reducir la sal. Sin embargo, se ha cuestionado el efecto de la reducción de sal sobre la presión arterial en personas con una presión arterial normal. Además, varios estudios han demostrado que la reducción de sal activa el sistema hormonal conservador de sal (renina y aldosterona), las hormonas del estrés (adrenalina y noradrenalina) y aumenta las sustancias grasas (colesterol y triglicéridos) en la sangre.

Fecha de la búsqueda

La evidencia actual está actualizada hasta abril 2016.

Características de los estudios

Se incluyeron 185 estudios de intervención con 12 210 personas, con una duración de cuatro a 1100 días, en los que se evaluó al menos una de las medidas del efecto. Los participantes eran sanos o tenían la presión sanguínea elevada. Estudios longitudinales han demostrado que el efecto de la reducción de la ingesta de sal sobre la presión arterial se mantiene estable después de un máximo de siete días, y estudios poblacionales han demostrado que muy pocas personas comen más de 14,5 g de sal al día. Por lo tanto, también se realizaron subanálisis de subgrupos de 125 estudios con una duración mínima de siete días y una ingesta de sal de 14,5 g como máximo.

Fuentes de financiación de los estudios

Cuarenta y cuatro estudios no mencionaron el financiamiento. Ciento veintidós estudios fueron financiados por fundaciones públicas. Doce estudios fueron financiados por la industria farmacéutica y uno por una compañía electrónica. Seis estudios fueron financiados por organizaciones de la industria alimentaria.

Resultados clave

La ingesta media de sodio en la dieta se redujo de 11,5 g por día a 3,8 g por día. La reducción de la PAS/PAD en personas con normotensión fue de alrededor de 1/0 mmHg, y en personas con hipertensión de alrededor de 5,5/2,9 mmHg. Por el contrario, el efecto sobre las hormonas y los lípidos fue similar en las personas con normotensión e hipertensión. La renina aumentó 1,60 ng/ml/hora (55%); la aldosterona aumentó 97,81 pg/ml (127%); la adrenalina aumentó 7,55 pg/ml (14%); la noradrenalina aumentó 63,56 pg/ml (27%); el colesterol aumentó 5,59 mg/dl (2,9%); los triglicéridos aumentaron 7,04 mg/dl (6,3%).

Calidad de la evidencia

Sólo se incluyeron ensayos controlados aleatorizados y, por lo tanto, se consideró que el grado básico de la evidencia fue alto, aunque el grado de la evidencia se redujo en algunos de los análisis más pequeños. En general, la descripción del procedimiento de aleatorización no fue suficiente, lo que introdujo un sesgo que podría exagerar los efectos, pero muchos de los estudios se publicaron en un período en el que no era habitual informar tales descripciones. La mayoría de los estudios fueron abiertos, pero sus resultados no difirieron de los resultados de los estudios doble ciego. Casi todos los estudios individuales de participantes con presión arterial (PA) normal no muestran un efecto significativo de la reducción del sodio sobre la PA, mientras que un gran número de estudios en pacientes con hipertensión sí mostraron un efecto significativo de la reducción del sodio sobre la PA. Por lo tanto, hubo un alto grado de consistencia en los resultados de los estudios individuales y los resultados de los metanálisis. Los análisis de sensibilidad de los estudios que duraron al menos una semana (el tiempo de máxima eficacia) confirmaron los análisis primarios. Por último, el impacto de los intereses comerciales sobre los resultados fue insignificante.