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Inyecciones de toxina botulínica para adultos con síndrome de vejiga hiperactiva

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Resumen

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Antecedentes

El síndrome de vejiga hiperactiva es una afección frecuente con un impacto negativo significativo sobre la calidad de vida que se caracteriza por tenesmo con o sin incontinencia de urgencia, polaquiuria y nicturia. La toxina botulínica se utiliza cada vez con mayor frecuencia para tratar la vejiga hiperactiva grave que no responde al tratamiento estándar. Las pruebas bibliográficas que apoyan esta técnica y la consideran efectiva, segura y con buena tolerabilidad están en constante aumento. Esta revisión es una actualización significativa de la revisión de 2007 del mismo título.

Objetivos

El objetivo fue comparar la inyección intravesical de toxina botulínica con otros tratamientos para la vejiga hiperactiva neurogénica e idiopática en adultos. La hipótesis considerada fue si la inyección intravesical de toxina botulínica es mejor que placebo o ningún tratamiento; intervenciones farmacológicas y otras intervenciones no farmacológicas; si las dosis mayores de toxina botulínica son mejores que las dosis inferiores; si la toxina botulínica en combinación con otros tratamientos es mejor que otros tratamientos solos; si una fórmula de toxina botulínica es mejor que otra; y si una técnica de inyección es mejor que otra.

Métodos de búsqueda

Se realizaron búsquedas en el Registro especializado de ensayos del Grupo Cochrane de Incontinencia (Cochrane Incontinence Group) (búsqueda 23 de febrero de 2010). El registro contiene ensayos identificados en MEDLINE, CINAHL, el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) y búsquedas manuales de revistas y actas de congresos. Además, se realizaron búsquedas en todas las listas de referencias de los ensayos seleccionados y los artículos de revisión relevantes. No se aplicaron restricciones en las búsquedas.

Criterios de selección

Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorios o cuasialeatorios de tratamiento para la vejiga hiperactiva en adultos en los que al menos un brazo de tratamiento fue una inyección intravesical de toxina botulínica. Los participantes presentaban vejiga hiperactiva neurogénica o idiopática con o sin incontinencia de esfuerzo. Las intervenciones de comparación podían incluir ninguna intervención, placebo, modificación del estilo de vida, reentrenamiento de la vejiga, tratamientos farmacológicos, cirugía, técnicas de instilación vesical, neuromodulación y diferentes tipos, dosis y técnicas de inyección de toxina botulínica.

Obtención y análisis de los datos

Los resultados binarios se presentaron como riesgo relativo y los resultados continuos como diferencias de medias. Fue posible sintetizar pocos datos entre los estudios debido a las diferencias en los diseños y las medidas de resultado. Cuando correspondió se calcularon las desviaciones estándar a partir de los valores de p según la fórmula descrita en la sección 7.7.3.3 del Manual Cochrane de Revisiones Sistemáticas de Intervenciones (Cochrane Handbook of Systematic Reviews of Interventions). Cuando fue posible los datos se tabularon con los resultados obtenidos de los informes de los ensayos en los que no fue posible hacerlo. Cuando se encontraron publicaciones múltiples, los informes se consideraron como una única fuente de datos.

Resultados principales

Se identificaron 19 estudios que cumplieron los criterios de inclusión.  La mayoría de los pacientes de los estudios presentaban vejiga hiperactiva neurogénica, aunque algunos incluyeron pacientes con vejiga hiperactiva idiopática. Todos los estudios demostraron la superioridad de la toxina botulínica en comparación con placebo. Las dosis inferiores de toxina botulínica (100 a 150 U) parecieron tener efectos beneficiosos, aunque las dosis mayores (300 U) pueden haber sido más efectivas y presentar efectos más duraderos, aunque con más efectos secundarios. La inyección suburotelial presentó una eficacia equivalente a la inyección en el detrusor. El efecto de la toxina botulínica puede durar varios meses y depende de la dosis y el tipo de toxina utilizada. Los pacientes que recibieron dosis repetidas no parecen volverse resistentes al tratamiento con toxina botulínica. La toxina botulínica pareció tener efectos beneficiosos en la vejiga hiperactiva que excedieron cuantitativamente los efectos de la resiniferatoxina intravesical. La toxina botulínica intravesical pareció ser razonablemente segura; sin embargo, un estudio se interrumpió debido a una tasa de retención urinaria que se consideró inaceptable.

Conclusiones de los autores

La toxina botulínica intravesical parece ser efectiva como tratamiento para los síntomas de vejiga hiperactiva, pero todavía existen muy pocos datos de ensayos controlados sobre los efectos beneficiosos y la seguridad en comparación con otras intervenciones, o con placebo. Se necesitan más datos consistentes sobre los resultados a largo plazo, la seguridad y la dosis óptima de toxina botulínica para el síndrome de vejiga hiperactiva.

Resumen en términos sencillos

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Inyecciones de toxina botulínica en la vejiga para el síndrome de vejiga hiperactiva en adultos

La inyección de toxina botulínica en la vejiga se utiliza cada vez con mayor frecuencia para tratar el síndrome de vejiga hiperactiva persistente. Este trastorno se caracteriza por el deseo súbito de micción con o sin incontinencia, una necesidad frecuente de orinar y despertares para orinar durante la noche. Se analizaron las investigaciones relacionadas con la eficacia y la seguridad de las inyecciones de toxina botulínica en la vejiga, y con cuál es la mejor dosis de toxina botulínica y la mejor forma de inyectarla en la vejiga. Se encontraron varios estudios comparativos, aunque incluyeron un número relativamente pequeño de pacientes. Hubo pruebas de que la toxina botulínica mejora los síntomas de vejiga hiperactiva. No es posible precisar la mejor dosis de toxina botulínica. Las inyecciones de toxina botulínica en la vejiga parecieron provocar pocos efectos secundarios o complicaciones, pero no hubo estudios de seguimiento a largo plazo y podría haber efectos secundarios poco frecuentes que aún no se hayan identificado.