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Cardiotocografía versus auscultación intermitente del latido fetal en el ingreso a la sala de partos para la evaluación del bienestar fetal

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Abstract

Antecedentes

La cardiotocografía (CTG) al ingreso es una prueba de detección utilizada frecuentemente que consta de un registro corto (generalmente 20 minutos) de la frecuencia cardíaca fetal (FCF) y la actividad uterina realizada en el ingreso de la madre a la sala de partos.

Objetivos

Comparar los efectos de la CTG al ingreso con la auscultación intermitente de la FCF sobre los resultados maternos y neonatales en mujeres embarazadas sin factores de riesgo en el ingreso a la sala de partos.

Métodos de búsqueda

Se hicieron búsquedas en Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (17 mayo 2011) (CENTRAL) (The Cochrane Library 2011 número 2 de 4), MEDLINE (1966 hasta el 17 mayo 2011), CINAHL (1982 hasta el 17 mayo 2011), Dissertation Abstracts (1980 hasta el 17 mayo 2011) y en las listas de referencias de artículos recuperados.

Criterios de selección

Todos los ensayos aleatorios y cuasialeatorios que compararan la CTG al ingreso con la auscultación intermitente de la FCF en mujeres embarazadas con 37 y 42 semanas completas de embarazo y consideradas en riesgo bajo de hipoxia fetal intraparto y de desarrollar complicaciones durante el trabajo de parto.

Obtención y análisis de los datos

Dos autores evaluaron independientemente la elegibilidad y la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. Se verificó la exactitud de los datos.

Resultados principales

Se incluyeron cuatro ensayos que implicaban a más de 13 000 mujeres. Los cuatro estudios incluyeron a mujeres en trabajo de parto. En general, los ensayos presentaban un bajo riesgo de sesgo. Aunque no fueron estadísticamente significativos al utilizar un criterio estricto de p < 0,05, los datos son compatibles con las mujeres asignadas a la CTG al ingreso que tuvieron, en promedio, probabilidades mayores de un aumento en la incidencia de cesárea que las mujeres asignadas a la auscultación intermitente (cociente de riesgos [CR] 1,20; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,00 a 1,44; cuatro ensayos, 11 338 mujeres, T² = 0,00; I² = 0%). No hubo diferencias significativas en el efecto promedio del tratamiento en los ensayos incluidos entre las mujeres asignadas a la CTG al ingreso y las mujeres asignadas a la auscultación intermitente en el parto vaginal instrumental (CR 1,10; IC del 95%: 0,95 a 1,27; cuatro ensayos, 11 338 mujeres, T² = 0,01; I² = 38%) y las muertes fetales y neonatales (CR 1,01; IC del 95%: 0,30 a 3,47; cuatro ensayos, 11 339 neonatos, T² = 0,00; I² = 0%).

Las mujeres asignadas a la CTG al ingreso tuvieron, en promedio, tasas significativamente mayores de monitorización fetal electrónica continua durante el trabajo de parto (CR 1,30; IC del 95%: 1,14 a 1,48; tres ensayos, 10 753 mujeres, T² = 0,01; I² = 79%) y de muestreo de sangre fetal (CR 1,28; IC del 95%: 1,13 a 1,45; tres ensayos; 10 757 mujeres, T² = 0,00; I² = 0% ) que las mujeres asignadas a la auscultación intermitente. No hubo diferencias entre los grupos en otras medidas de resultado secundarias.

Conclusiones de los autores

Contrariamente al uso permanente en algunas áreas clínicas, no se hallaron pruebas de un beneficio en cuanto al uso de cardiotocografía (CTG) al ingreso para las mujeres con riesgo bajo al ingresar a la sala de partos.

No se hallaron pruebas de un beneficio en cuanto al uso de la CTG al ingreso para las mujeres con riesgo bajo al ingresar a la sala de partos. Además, se observó la posibilidad de que la CTG al ingreso aumente la tasa de cesáreas en aproximadamente un 20%. Los datos carecieron del poder estadístico para detectar la posibilidad de diferencias importantes en la mortalidad perinatal. Sin embargo, es poco probable que algún ensayo o metanálisis tenga el poder estadístico adecuado para detectar dichas diferencias. Los hallazgos de esta revisión apoyan las recomendaciones de que la CTG al ingreso no debe utilizarse para las mujeres con riesgo bajo al ingresar a la sala de partos. Las mujeres deben ser informadas con respecto a que la CTG al ingreso puede asociarse con un aumento en la incidencia de cesárea sin pruebas de un efecto beneficioso.

PICO

Population
Intervention
Comparison
Outcome

El uso y la enseñanza del modelo PICO están muy extendidos en el ámbito de la atención sanitaria basada en la evidencia para formular preguntas y estrategias de búsqueda y para caracterizar estudios o metanálisis clínicos. PICO son las siglas en inglés de cuatro posibles componentes de una pregunta de investigación: paciente, población o problema; intervención; comparación; desenlace (outcome).

Para saber más sobre el uso del modelo PICO, puede consultar el Manual Cochrane.

Plain language summary

Comparación de la monitorización electrónica del latido fetal en el ingreso de las mujeres a la sala de partos mediante el uso de cardiotocografía (CTG) versus monitorización intermitente

La monitorización de la frecuencia cardíaca fetal (FCF) es uno de los métodos utilizados con más frecuencia para evaluar el bienestar fetal. Las dos formas más frecuentes de monitorizar la FCF son la auscultación del latido del corazón mediante un estetoscopio fetal, Pinard (dispositivo especial con forma de trompeta), un dispositivo de ecografía Doppler manual (conocido como auscultación intermitente) o mediante un aparato de monitorización fetal electrónica (MFE) que produce una impresión en papel de la frecuencia cardíaca fetal y las contracciones de la madre, denominada cardiotocografía (CTG). La CTG al ingreso es una prueba utilizada comúnmente que consta de un registro corto, generalmente 20 minutos, de la FCF y la actividad uterina realizada cuando la madre ingresa a la sala de partos con signos de trabajo de parto. La CTG al ingreso se introdujo para intentar identificar a los neonatos en riesgo mayor de compromiso relacionado con la falta de oxígeno durante el trabajo de parto. Estos neonatos podrían ser vigilados más intensivamente mediante la monitorización fetal electrónica continua, o podrían beneficiarse a partir de una intervención inmediata como un parto por cesárea.

Esta revisión comparó la CTG al ingreso con la auscultación intermitente de la FCF realizada en el ingreso de la madre a la sala de partos. Se incluyeron cuatro ensayos controlados aleatorios que incluían a más de 13 000 mujeres con embarazos de bajo riesgo en la revisión. Las mujeres asignadas a la CTG al ingreso tuvieron probabilidades mayores de ser sometidas a cesárea que las mujeres asignadas a la auscultación intermitente. No hubo diferencias en el número de partos vaginales instrumentales ni en el número de neonatos que murieron durante o poco después del trabajo de parto entre las mujeres asignadas a la CTG al ingreso y las mujeres asignadas a la auscultación intermitente. La CTG al ingreso se asoció con un aumento significativo del uso de monitorización fetal electrónica continua (con un electrodo colocado en el cuero cabelludo del neonato) y de muestreo de sangre fetal (una muestra pequeña de sangre tomada del cuero cabelludo del neonato) durante el trabajo de parto. No hubo diferencias en otros resultados medidos como la ruptura artificial de membranas, la estimulación del trabajo de parto o el uso de anestesia epidural.