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Alimentación con taza versus otras formas de alimentación enteral complementaria para los neonatos que no pueden alimentarse solamente con leche materna

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Abstract

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Antecedentes

La leche materna proporciona una nutrición óptima a los neonatos y la manera ideal para que éstos reciban la leche materna es mediante la succión de la mama. Desafortunadamente lo anterior no siempre es posible, ya que existen numerosas razones por las que un neonato quizás no pueda lactar y, por lo tanto, necesite alimentación complementaria. Actualmente hay una variedad de formas mediante las cuales los neonatos pueden recibir alimentos complementarios. Tradicionalmente se han utilizado los biberones y las sondas nasogástricas; sin embargo, más recientemente, la alimentación con taza se ha convertido en una práctica popular en muchas salas de recién nacidos en un intento por mejorar las tasas de lactancia materna. No existen pruebas consistentes para guiar la elección de la administración de la alimentación complementaria.

Objetivos

Determinar los efectos de la alimentación con taza versus otras formas de alimentación enteral complementaria sobre el aumento de peso y el logro de la lactancia materna exitosa en los neonatos que no pueden alimentarse solamente con leche materna.

Métodos de búsqueda

Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL, The Cochrane Library, número 2, 2006), CINAHL (1982 ‐ abril 2006) y en MEDLINE (1966 ‐ abril 2006).

Criterios de selección

Ensayos controlados aleatorios o cuasialeatorios que comparen la alimentación con taza con otras formas de alimentación enteral para la alimentación complementaria de los neonatos.

Obtención y análisis de los datos

La evaluación de la calidad y la extracción de datos de los ensayos incluidos fueron realizadas de forma independiente por los autores de la revisión. Los resultados informados por estos estudios fueron: aumento de peso, proporción sin lactancia materna al alta hospitalaria, proporción sin otra alimentación a los tres meses de edad, proporción sin otra alimentación a los seis meses de edad, proporción sin una alimentación completa al alta hospitalaria, proporción que no se alimenta solamente con leche materna a los tres meses de edad, proporción que no se alimenta solamente con leche materna a los seis meses de edad, tiempo promedio por alimentos (minutos), duración de la estancia hospitalaria y eventos fisiológicos de inestabilidad como bradicardia, apnea y saturación de oxígeno baja. Para las variables continuas como el aumento de peso se informaron las diferencias de medias y los intervalos de confianza del 95%. Para los resultados categóricos como la mortalidad se informaron los riesgos relativos (RR) y los intervalos de confianza del 95%.

Resultados principales

Cuatro estudios eran elegibles para la inclusión. En los cuatro estudios incluidos en esta revisión la intervención experimental fue la alimentación con taza y la intervención control fue la alimentación con biberón. No hubo diferencias estadísticamente significativas en la incidencia de sin lactancia materna al alta hospitalaria en los tres estudios incluidos (RR típico 0,82; IC del 95%: 0,62; 1,09) y sin lactancia materna a los tres meses en dos estudios incluidos (RR típico 0,88; IC del 95%: 0,76; 1,03) o a los seis meses para el único estudio que informó este resultado (RR 0,91; IC del 95%: 0,78; 1,05). Hubo una diferencia estadísticamente significativa en los que no se alimentan solamente con leche materna al alta hospitalaria (a partir de los tres estudios incluidos) a favor de la alimentación con taza (RR típico 0,75; IC del 95%: 0,61; 0,92). Sin embargo, lo anterior no fue estadísticamente significativo a los tres meses (un estudio; RR 1,18; IC del 95%: 0,88; 1,58) ni a los seis meses (un estudio; RR 1,31; IC del 95%: 0,89; 1,92). No hubo diferencias estadísticamente significativas en el aumento de peso en un estudio que informó este resultado (DM ‐0,60; IC del 95%: ‐3,21; 2,01). En un estudio que la evaluó, hubo un aumento significativo en la duración de la estancia hospitalaria en los neonatos alimentados con taza (la diferencia de medias entre los grupos fue 10,1 días [IC del 95%: 3,9; 16,3]). Ningún estudio evaluó el tiempo hasta la lactancia materna completa.

Conclusiones de los autores

La alimentación con taza no se puede recomendar sobre la alimentación con biberón como un suplemento a la lactancia materna porque no otorga beneficios significativos para mantener la lactancia materna después del alta hospitalaria y tiene como consecuencia inaceptable una estancia más larga en el hospital.

PICO

Population
Intervention
Comparison
Outcome

El uso y la enseñanza del modelo PICO están muy extendidos en el ámbito de la atención sanitaria basada en la evidencia para formular preguntas y estrategias de búsqueda y para caracterizar estudios o metanálisis clínicos. PICO son las siglas en inglés de cuatro posibles componentes de una pregunta de investigación: paciente, población o problema; intervención; comparación; desenlace (outcome).

Para saber más sobre el uso del modelo PICO, puede consultar el Manual Cochrane.

Plain language summary

¿Es la alimentación con taza una manera mejor de alimentar a los neonatos, en lugar de administrar los alimentos mediante biberones o una sonda, cuando las madres no los pueden alimentar solamente con leche materna?

El objetivo fue identificar la mejor manera de ofrecerle alimentación a los neonatos cuando las madres no pueden lactar, o tienen dificultades con la lactancia materna al inicio. Los métodos alternativos de alimentación incluyen utilizar una taza, un biberón o una sonda de alimentación. Cuatro estudios incluidos compararon la alimentación con taza y con biberón: los resultados de tres de estos estudios demuestran que los neonatos alimentados con taza tuvieron mayores probabilidades de recibir lactancia materna exclusiva al alta hospitalaria. Sin embargo, a los tres y seis meses, no hubo diferencias en el número de neonatos con lactancia materna completa o parcial, aunque se hubieran alimentado inicialmente con taza, biberón o sonda de alimentación. Los resultados de un estudio demostraron que los neonatos alimentados con taza pasaban aproximadamente diez días más en el hospital. Por lo tanto, según las pruebas disponibles, no es posible recomendar la alimentación con taza.