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Tipos de sondas urinarias permanentes para el drenaje de la vejiga a largo plazo en adultos

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Resumen

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Antecedentes

La cateterización urinaria prolongado es frecuente entre los pacientes que se encuentran en entornos de cuidados a largo plazo, y conlleva un alto riesgo de desarrollar una infección urinaria relacionada con la sonda y las complicaciones asociadas. Hay una variedad de diferentes tipos de sondas uretrales disponibles. Algunas se han desarrollado específicamente para reducir el riesgo de infección asociada a las sondas, por ejemplo, los sondas impregnados de antisépticos o antibióticos. La facilidad de uso, la comodidad y la manipulación para los cuidadores y los pacientes, así como la efectividad en función de los costes también son factores importantes que influyen en la elección.

Objetivos

El objetivo principal fue determinar qué tipo de sonda urinaria permanente es mejor para el drenaje de la vejiga a largo plazo en adultos.

Métodos de búsqueda

Se realizaron búsquedas en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Incontinencia (Cochrane Incontinence Group) (última búsqueda el 31 de marzo 2011), que incluye búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y búsquedas manuales en revistas y actas de congresos, así como en las listas de referencias de los artículos pertinentes.

Criterios de selección

Todos los ensayos aleatorizados que compararon los tipos de sondas urinarias permanentes para la cateterización a largo plazo en adultos. La cateterización a largo plazo se definió como más de 30 días.

Obtención y análisis de los datos

Dos autores de la revisión de forma independiente y simultánea extrajeron los datos. Cualquier desacuerdo se resolvió con un tercer autor de la revisión. Los datos de los ensayos incluidos se trataron según los métodos del Manual Cochrane para Revisiones Sistemáticas de Intervenciones (Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Interventions).

Resultados principales

Se incluyeron tres ensayos en los que participaron 102 adultos en diversos entornos. Dos ensayos tuvieron un diseño de grupos paralelos y uno fue un ensayo aleatorizado cruzado (cross‐over).

Estos ensayos solo evaluaron dos de las seis comparaciones específicas: sondas impregnadas con antisépticos versus sondas estándar (un ensayo) y un tipo de sonda estándar versus otra sonda estándar (dos ensayos).

El único ensayo cruzado pequeño no fue adecuado para evaluar el valor de las sondas impregnadas con aleación de plata (antiséptico). En los dos ensayos que compararon diferentes tipos de sondas estándar, todas las estimaciones de las diferencias fueron imprecisas porque los ensayos también tuvieron tamaños de muestra pequeños, y los intervalos de confianza (IC) fueron demasiado amplios para descartar diferencias clínicamente importantes. Sin embargo, un ensayo indicó que el uso de una sonda de látex recubierta de hidrogel, en lugar de una sonda de silicona, puede ser mejor tolerado (riesgo relativo [RR] para la necesidad de extracción temprana 0,41; IC del 95%: 0,22 a 0,77).

Conclusiones de los autores

La búsqueda actualizada no mostró evidencia adicional. Muy pocos ensayos han comparado diferentes tipos de sondas para el drenaje vesical a largo plazo. Todos los ensayos fueron pequeños y mostraron deficiencias metodológicas. Por lo tanto, la evidencia no fue suficiente como base fiable para establecer conclusiones prácticas. Además, se necesitan ensayos de mejor calidad para abordar la actual falta de evidencia en esta área de importancia clínica.

Resumen en términos sencillos

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Tipos de sondas urinarias permanentes para el drenaje de la vejiga a largo plazo en adultos

La cateterización urinaria prolongada es frecuente entre los pacientes que se encuentran en entornos de cuidados a largo plazo, por ejemplo, en residencias de ancianos o en centros de atención a domicilio. Además, muchas pacientes que viven en la comunidad necesitan tener un sonda permanente. La cateterización a largo plazo se definió como la que se realiza durante más de 30 días. Solo se identificaron tres ensayos con 102 adultos en diversos ámbitos. Los tres ensayos fueron demasiado pequeños para proporcionar evidencia fiable que indique qué tipos de sondas son mejores para utilizar, y en qué pacientes.