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Alimentación escolar para mejorar la salud física y psicosocial de los estudiantes desfavorecidos

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Resumen

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Antecedentes

La desnutrición temprana y/o las carencias de micronutrientes pueden afectar negativamente a los aspectos físicos, mentales y sociales de la salud infantil. Los programas de alimentación escolar están diseñados para mejorar la asistencia, el rendimiento, el crecimiento y otros resultados de salud.

Objetivos

El objetivo principal fue determinar la eficacia de los programas de alimentación escolar para mejorar la salud física y psicosocial de los alumnos desfavorecidos.

Métodos de búsqueda

Se hicieron búsquedas en varias bases de datos, incluyendo CENTRAL (2006 número 2), MEDLINE (1966 hasta mayo 2006), EMBASE (1980 hasta mayo 2006), PsycINFO (1980 hasta mayo 2006) y CINAHL (1982 hasta mayo 2006). También se realizaron búsquedas en fuentes de literatura gris. Se realizaron búsquedas manuales en las listas de referencias de los estudios incluidos y las revistas clave y también se estableció contacto con expertos seleccionados en el área.

Criterios de selección

Se incluyeron datos de ensayos controlados aleatorizados (ECA), ensayos clínicos controlados no aleatorios (ECC), estudios controlados tipo antes y después (before and after studies) y estudios de series de tiempo interrumpido (STI). La alimentación debía realizarse en la escuela; la mayoría de los participantes tenían que estar en desventaja socioeconómica.

Obtención y análisis de los datos

Dos autores de la revisión evaluaron todas las búsquedas y recuperaron los estudios. La extracción de los datos fue realizada por uno de los cuatro autores de la revisión y revisada por un segundo autor de la revisión. Dos autores de la revisión evaluaron la calidad de forma independiente. Si se disponía de datos suficientes, éstos se sintetizaron mediante el metanálisis de efectos aleatorios, ajustando por agrupamiento si era necesario. Los análisis se realizaron por separado para los ECA y los ECAD y para los países de ingresos más altos y más bajos.

Resultados principales

Se incluyeron 18 estudios. Para el peso, en los ECA y ECAD de los países de bajos ingresos, los niños del grupo experimental aumentaron un promedio de 0,39 kg (IC del 95%): 0.11 a 0.67) en un promedio de 19 meses y 0.71 kg (95% I.C..: 0.48 a 0,95) durante 11,3 meses respectivamente. Los resultados para el peso fueron mixtos en los países de ingresos más altos. En cuanto a la estatura, los resultados fueron mixtos; el aumento de la estatura fue mayor en los niños más pequeños. La asistencia en los países de menores ingresos fue mayor en los grupos experimentales que en los controles; los resultados muestran un aumento promedio de cuatro a seis días al año. Las ganancias en matemáticas fueron consistentemente mayores para los grupos experimentales en los países de bajos ingresos; en los ECAD, la diferencia de medias estandarizada fue de 0,66 (IC del 95%: 0,13 a 1,18). En estudios a corto plazo, se encontraron pequeñas mejorías en algunas tareas cognitivas.

Conclusiones de los autores

Las comidas escolares pueden tener algunos pequeños beneficios para los niños desfavorecidos. Se recomienda que se realicen estudios adicionales bien diseñados sobre la efectividad de las comidas escolares, que los resultados se informen de acuerdo con la situación socioeconómica y que los investigadores recopilen datos sólidos sobre ambos procesos y resultados cuidadosamente seleccionados.

PICO

Population
Intervention
Comparison
Outcome

El uso y la enseñanza del modelo PICO están muy extendidos en el ámbito de la atención sanitaria basada en la evidencia para formular preguntas y estrategias de búsqueda y para caracterizar estudios o metanálisis clínicos. PICO son las siglas en inglés de cuatro posibles componentes de una pregunta de investigación: paciente, población o problema; intervención; comparación; desenlace (outcome).

Para saber más sobre el uso del modelo PICO, puede consultar el Manual Cochrane.

Resumen en términos sencillos

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Alimentación escolar para mejorar la salud física y psicosocial de los escolares desfavorecidos

La desnutrición temprana y/o las carencias de micronutrientes pueden afectar negativamente a muchos aspectos de la salud y el desarrollo del niño. Los programas de alimentación escolar están diseñados para proporcionar alimentos a los niños hambrientos y para mejorar su salud física, mental y psicosocial. Ésta es la primera revisión sistemática sobre el tema de la alimentación escolar. Se incluyeron 18 estudios en esta revisión; nueve se realizaron en países de ingresos más altos y nueve en países de ingresos más bajos. En los estudios de mayor calidad (ensayos controlados aleatorizados (ECA) de países de bajos ingresos, los niños que fueron alimentados en la escuela ganaron un promedio de 0,39 kg más que los controles durante 19 meses; en los estudios de menor calidad (ensayos controlados antes y después de los ensayos [ECAD]), la diferencia de ganancia fue de 0,71 kg durante 11,3 meses. Los niños que fueron alimentados en la escuela asistían a la escuela con mayor frecuencia que los que estaban en los grupos de control; este hallazgo se tradujo en un aumento promedio de cuatro a seis días al año por niño. En cuanto a los resultados educativos y cognitivos, los niños que fueron alimentados en la escuela obtuvieron más que los controles en el rendimiento matemático y en algunas tareas cognitivas a corto plazo. Los resultados de los países de mayores ingresos fueron mixtos, pero en general positivos. Para la estatura, los resultados de los países de bajos ingresos fueron mixtos; en los ECA, las diferencias en las ganancias fueron importantes sólo para los niños más pequeños, pero los resultados de los ECAD fueron grandes y significativos en general. Los resultados de los países de ingresos altos fueron mixtos, pero en general positivos. Las comidas escolares pueden tener pequeños beneficios físicos y psicosociales para los alumnos desfavorecidos. Se recomienda que se realicen estudios adicionales bien diseñados sobre la efectividad de las comidas escolares, que los resultados se informen de acuerdo con el estado socioeconómico de los niños que participan en ellos, y que los investigadores recopilen datos sólidos sobre los resultados que reflejen directamente los efectos sobre la salud física, social y psicológica.