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Penicilamina para el tratamiento de la artritis reumatoide

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Resumen

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Antecedentes

La D‐penicilamina es un compuesto derivado de la penicilina que se utilizó originalmente para tratar a pacientes con artritis reumatoide (AR) en la década de 1950. Aunque se utilizaba con frecuencia en el pasado, su uso ha disminuido con el uso creciente de otros fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME), como el metotrexato.

Objetivos

Determinar los efectos a corto plazo de la D‐penicilamina para el tratamiento de la artritis reumatoide (AR).

Métodos de búsqueda

Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Enfermedades musculoesqueléticas (Cochrane Musculoskeletal Group), en el Registro Cochrane de ensayos controlados (número 3, 2000) y en Medline hasta agosto de 2000 inclusive y en Embase desde 1988 hasta 2000. También se realizó una búsqueda manual en las listas de referencias de los ensayos identificados en la búsqueda electrónica.

Criterios de selección

Todos los ensayos controlados aleatorizados y los ensayos clínicos controlados que compararon la D‐penicilamina con placebo en pacientes con artritis reumatoide.

Obtención y análisis de los datos

Dos autores de la revisión (CS, EB) evaluaron de forma independiente la calidad metodológica de los ensayos y un tercero (MS) la comprobó mediante una herramienta validada de evaluación de la calidad (Jadad 1996). Se extrajeron de las publicaciones las medidas de desenlace de la artritis reumatoide a los seis meses y se estratificaron según las dosis de D‐penicilamina: baja (< 500 mg/día), moderada (500 a < 1000 mg/día) y alta (1000 mg/día o más). Un autor de la revisión extrajo los datos y un segundo (CS, MS) los comprobó. El análisis agrupado se realizó utilizando la diferencia de medias estandarizada para los recuentos articulares, el dolor y las evaluaciones generales. Se utilizó la diferencia de medias ponderada para la velocidad de eritrosedimentación (VES). La toxicidad se evaluó con odds ratios agrupados para los retiros y las reacciones adversas. Se utilizó una prueba de ji cuadrado para evaluar la heterogeneidad entre los ensayos. Se utilizaron modelos de efectos fijos en todo momento, ya que no se encontró heterogeneidad estadística.

Resultados principales

Se identificaron seis ensayos con 425 pacientes asignados al azar a la D‐penicilamina y 258 al placebo. Se observó un efecto beneficioso estadísticamente significativo para la D‐penicilamina en comparación con el placebo para todos los rangos de tres dosis y para la mayoría de las medidas de desenlace, incluyendo: recuentos de articulaciones sensibles, dolor, evaluaciones generales del médico y VES. Las diferencias de medias ponderadas estandarizadas entre el tratamiento y placebo a dosis moderadas fueron de ‐0,51 [IC del 95%: ‐0,88 a ‐0,14] para el recuento de articulaciones sensibles, ‐0,56 (IC del 95%: ‐0,87 a ‐0,26) para el dolor y ‐0,97 (IC del 95%: ‐1,25 a ‐0,70) para la evaluación general. La diferencia para la VES fue de ‐10,6 mm/h. Se observaron resultados similares en el grupo de dosis más altas. Los retiros totales fueron significativamente mayores en los grupos de dosis moderadas y altas de D‐penicilamina (OR 1,63 y 2,13 respectivamente), sobre todo debido al aumento de las reacciones adversas (OR 2,60 y 4,95 respectivamente), incluidas las anomalías renales y hematológicas.

Conclusiones de los autores

La D‐penicilamina parece tener un efecto beneficioso clínica y estadísticamente significativo en la actividad de la enfermedad de los pacientes con artritis reumatoide. Su eficacia parece ser similar a la de otros fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME), pero con una toxicidad significativamente mayor. Sus efectos sobre el estado funcional a largo plazo y la progresión radiológica no están claros en esta revisión.

Resumen en términos sencillos

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Penicilamina para el tratamiento de la artritis reumatoide

La penicilamina es un compuesto derivado de la penicilina. Los estudios demostraron que se podía utilizar para tratar la artritis reumatoide originalmente en 1950. Se utilizaba con frecuencia en el pasado, pero su uso ha disminuido con el uso creciente de otros medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME), como el metotrexato. El propósito de este resumen fue averiguar si la penicilamina es útil en el tratamiento de la artritis reumatoide.

Se observó que la penicilamina era beneficiosa en todos los rangos de dosis para la actividad de la enfermedad en las articulaciones sensibles, el dolor, la evaluación general del médico y la tasa de sedimentación. No se observaron diferencias importantes entre el placebo y las dosis bajas de penicilamina (< 500 mg/día). En las dosis más altas, los pacientes que recibían penicilamina tenían el doble de probabilidades de retirarse que los que recibían placebo de 500 a < 1000 mg/día. La D‐penicilamina parece tener un efecto beneficioso clínico y estadístico en la actividad de la enfermedad de los pacientes con artritis reumatoide. Su efecto beneficioso es similar al de otros medicamentos de este tipo, como los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME). Se observan más reacciones adversas en los pacientes tratados con D‐penicilamina.