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Sulfato de magnesio intravenoso para el tratamiento de niños con asma aguda en el servicio de urgencias

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Resumen

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Antecedentes

El asma aguda en los niños puede ser potencialmente mortal y debe ser tratada con prontitud en el contexto de urgencia. El sulfato de magnesio intravenoso se recomienda en varias guías para los casos de asma aguda que no han respondido al tratamiento de primera línea con broncodilatadores y esteroides. Recientemente se ha mostrado que en los adultos el tratamiento reduce la necesidad de ingreso hospitalario en comparación con placebo, pero no está claro si es igualmente eficaz en los niños.

Objetivos

Evaluar la seguridad y la eficacia del sulfato de magnesio intravenoso (MgSO4 IV) en los niños tratados por asma aguda en el servicio de urgencias (SU).

Métodos de búsqueda

Se identificaron estudios mediante búsquedas en el registro especializado del Grupo de Revisión Cochrane de Vías Respiratorias (Cochrane Airways Review Group) hasta el 23 febrero 2016. También se hicieron búsquedas en ClinicalTrials.gov y en listas de referencias de otras revisiones, y se estableció contacto con los autores de los estudios para solicitar información adicional.

Criterios de selección

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorios en niños tratados en el SU por exacerbaciones del asma, si compararon cualquier dosis de MgSO4 IV con placebo.

Obtención y análisis de los datos

Dos autores de la revisión analizaron los resultados de la búsqueda y de forma independiente extrajeron los datos de los estudios que cumplieron los criterios de inclusión. Los desacuerdos se resolvieron mediante discusión y se estableció contacto con los autores de los estudios en los casos de datos faltantes y otras incertidumbres relacionadas con los estudios.

Los datos dicotómicos se analizaron como odds ratios y los datos continuos como diferencias de medias, y en ambos se utilizaron modelos de efectos fijos. Cada estudio se evaluó con respecto al riesgo de sesgo, la calidad de las pruebas para cada resultado se valoró mediante GRADE y los resultados se presentaron en una tabla "Resumen de los hallazgos". No hubo pruebas suficientes para realizar los análisis de subgrupos planificados.

Resultados principales

Cinco estudios (182 niños) cumplieron con los criterios de inclusión, y cuatro contribuyeron con datos a al menos un metanálisis. En general los estudios incluidos tuvieron bajo riesgo de sesgo, pero la seguridad en las pruebas fue generalmente baja, principalmente debido a los tamaños de la muestra pequeños. El tratamiento con MgSO4 IV redujo las probabilidades de ingreso hospitalario en el 68% (odds ratio [OR] 0,32; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,14 a 0,74; niños = 115; estudios = 3; I2 = 63%). Este resultado se basa en datos sólo de tres estudios que incluyeron a 115 niños. El metanálisis de los resultados secundarios estuvo muy limitado por la escasez de datos. Se realizó el metanálisis del resultado "retorno al servicio de urgencias en el transcurso de 48 horas", que mostró una estimación del efecto muy imprecisa que no fue estadísticamente significativa (OR 0,40; IC del 95%: 0,02 a 10,30; niños = 85; estudios = 2; I2 = 0%). Los efectos secundarios y los eventos adversos no se informaron de forma sistemática y no fue posible realizar el metanálisis; sin embargo, se informaron pocos efectos secundarios o eventos adversos.

Conclusiones de los autores

El MgSO4 IV puede reducir la necesidad de ingreso hospitalario en los niños que son atendidos en el SU con exacerbaciones moderadas a graves de asma, pero las pruebas son muy limitadas por el número y el tamaño de los estudios. Se informaron pocos efectos secundarios del tratamiento, pero los datos fueron muy limitados.

PICOs

Population
Intervention
Comparison
Outcome

The PICO model is widely used and taught in evidence-based health care as a strategy for formulating questions and search strategies and for characterizing clinical studies or meta-analyses. PICO stands for four different potential components of a clinical question: Patient, Population or Problem; Intervention; Comparison; Outcome.

See more on using PICO in the Cochrane Handbook.

Resumen en términos sencillos

¿El sulfato de magnesio reduce la necesidad de ingreso hospitalario en los niños con asma aguda?

Antecedentes

Muchos niños presentan crisis asmáticas potencialmente mortales y requieren tratamiento en el servicio de urgencias del hospital. Algunas guías nacionales e internacionales de tratamiento del asma recomiendan administrar una infusión de un fármaco llamado sulfato de magnesio (MgSO4 IV) a los niños que tienen crisis asmáticas que no han respondido bien a otros tratamientos. Se ha mostrado que en los adultos este tratamiento reduce la necesidad de ingreso hospitalario, pero no está claro si es seguro e igualmente eficaz en los niños.

Características de los estudios

Se encontraron cinco estudios en niños que compararon una infusión de MgSO4 con una infusión placebo cuando otros tratamientos no habían aliviado el ataque (generalmente broncodilatadores inhalados, esteroides y en ocasiones oxígeno). Estos cinco estudios incluyeron un total de 182 niños. Solamente tres de los estudios informaron el resultado de mayor interés, que fue la necesidad de ingreso hospitalario. Los estudios se publicaron entre 1996 y 2000; fueron los estudios más actuales que fue posible encontrar cuando se buscó en febrero de 2016.

Resultados clave y calidad de las pruebas

Menos niños que recibieron una infusión de MgSO4 necesitaron ser ingresados en comparación con placebo. De hecho, por cada cinco niños tratados con MgSO4, se previno un ingreso hospitalario. Sin embargo, los estudios incluidos fueron pequeños, con solamente 115 niños en el análisis principal, y los resultados variaron, por lo que no existe total seguridad sobre los efectos beneficiosos y perjudiciales. Como hubo tan pocos estudios, tampoco fue posible determinar si la reducción de los ingresos hospitalarios se asoció con la edad, la gravedad de la exacerbación del asma, o si hubo diferencias con los otros tratamientos administrados. No hubo informes de efectos perjudiciales cuando los niños recibieron MgSO4. Por lo tanto, la revisión apoya la administración de MgSO4 en los niños, aunque se debe señalar que las pruebas para su uso son muy débiles.

Conclusiones de los autores

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Implicaciones para la práctica

El MgSO4 IV puede reducir la necesidad de ingreso hospitalario en los niños que son atendidos en el SU con exacerbaciones moderadas a graves de asma, pero las pruebas son muy limitadas por el número y el tamaño de los estudios. Hubo una falta notable de datos de muchos de los resultados secundarios, sobre los que es posible establecer conclusiones limitadas (ingresos en cuidados intensivos, duración de la estancia hospitalaria, signos vitales, espirometría y escalas de síntomas).

Aunque las pruebas de la eficacia del MgSO4 IV son de baja calidad, los metanálisis y una síntesis narrativa de los eventos adversos indican que es poco probable que provoque efectos perjudiciales, aunque los datos fueron muy limitados. No fue posible el análisis adicional según la gravedad de la exacerbación, pero las pruebas no se aplican a las exacerbaciones leves fuera del contexto de urgencias.

Implicaciones para la investigación

La elección del resultado en los ensayos clínicos de asma en pacientes pediátricos es variada y a menudo ha obstaculizado la posibilidad de combinar y metanalizar los datos. La espirometría en los niños pequeños es desafiante, especialmente en las situaciones agudas, y es difícil vincular los datos a la morbilidad. Se han publicado múltiples puntuaciones de gravedad del asma, pero pocas se han validado, y ninguna puntuación se ha informado sistemáticamente en la bibliografía. A pesar del número de muertes debido al asma que aún es inaceptablemente alto, la cantidad es demasiado escasa para utilizar la mortalidad como un resultado útil en los ensayos pediátricos. Por lo tanto, los datos del ingreso hospitalario se informaron como el resultado primario. El uso generalizado de conjuntos de resultado fundamentales acordados internacionalmente facilitaría los metanálisis futuros. La elección del resultado en los ensayos clínicos de asma en pacientes pediátricos es variada y a menudo ha obstaculizado la posibilidad de combinar y metanalizar los datos. La espirometría en los niños pequeños es desafiante, especialmente en las situaciones agudas, y es difícil vincular los datos a la morbilidad. Se han publicado múltiples puntuaciones de gravedad del asma, pero pocas se han validado, y ninguna puntuación se ha informado sistemáticamente en la bibliografía. A pesar del número de muertes debido al asma que aún es inaceptablemente alto, la cantidad es demasiado escasa para utilizar la mortalidad como un resultado útil en los ensayos pediátricos. Por lo tanto, los datos del ingreso hospitalario se informaron como el resultado primario. El uso generalizado de conjuntos de resultado fundamentales acordados internacionalmente facilitaría los metanálisis futuros.

Los estudios sobre el asma a menudo han enmarcado el tratamiento según la gravedad. La medición de la gravedad en el SU es problemática y se puede evaluar mejor clínicamente. Cuando el resultado es el ingreso hospitalario, la tasa de eventos es obviamente mayor en el grupo con asma grave, por lo que es más fácil de detectar una diferencia entre los grupos en este subgrupo de pacientes. Estos análisis suelen ser análisis secundarios, y los estudios no están diseñados para tener un poder estadístico suficiente para estos análisis. En el futuro es importante clasificar el tratamiento según la gravedad para que los estudios tengan un poder estadístico suficiente para detectar estas diferencias de subgrupos. La demora en el tratamiento de los ataques menos graves puede significar oportunidades desaprovechadas de detener la progresión de un ataque a grave o potencialmente mortal. Los estudios sobre el asma a menudo han enmarcado el tratamiento según la gravedad. La medición de la gravedad en el SU es problemática y se puede evaluar mejor clínicamente. Cuando el resultado es el ingreso hospitalario, la tasa de eventos es obviamente mayor en el grupo con asma grave, por lo que es más fácil de detectar una diferencia entre los grupos en este subgrupo de pacientes. Estos análisis suelen ser análisis secundarios, y los estudios no están diseñados para tener un poder estadístico suficiente para estos análisis. En el futuro es importante clasificar el tratamiento según la gravedad para que los estudios tengan un poder estadístico suficiente para detectar estas diferencias de subgrupos. La demora en el tratamiento de los ataques menos graves puede significar oportunidades desaprovechadas de detener la progresión de un ataque a grave o potencialmente mortal.

Los resultados de esta revisión coinciden con los de la revisión reciente en adultos, pero hay peligros inherentes de extrapolar los datos de adultos a las poblaciones pediátricas. Actualmente, la administración de MgSO4 IV se informa de manera insuficiente en la práctica pediátrica, y las conclusiones de esta revisión se basan en los resultados de tres estudios pequeños. Solamente con más datos es posible responder verdaderamente la pregunta en cuanto a la eficacia del MgSO4 IV y a pesar de que no han surgido datos nuevos en los últimos 16 años, se argumentaría que aún existe inderterminación clínica. Un ensayo posterior debe examinar la administración de MgSO4IV en las poblaciones pediátricas mediante marcadores pragmáticos de gravedad y medidas de resultado prácticas que no dependan de la espirometría. Los resultados de esta revisión coinciden con los de la revisión reciente en adultos, pero hay peligros inherentes de extrapolar los datos de adultos a las poblaciones pediátricas. Actualmente, la administración de MgSO4 IV se informa de manera insuficiente en la práctica pediátrica, y las conclusiones de esta revisión se basan en los resultados de tres estudios pequeños. Solamente con más datos es posible responder verdaderamente la pregunta en cuanto a la eficacia del MgSO4 IV y a pesar de que no han surgido datos nuevos en los últimos 16 años, se argumentaría que aún existe inderterminación clínica. Un ensayo posterior debe examinar la administración de MgSO4IV en las poblaciones pediátricas mediante marcadores pragmáticos de gravedad y medidas de resultado prácticas que no dependan de la espirometría.

Summary of findings

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Summary of findings for the main comparison. MgSO4 compared to placebo for treating children with acute asthma in the emergency department

MgSO4 compared to placebo for treating children with acute asthma in the emergency department

Patient or population: children with acute asthma in the emergency department
Settings: emergency departments
Intervention: MgSO4
Comparison: placebo

Outcomes

Illustrative comparative risks* (95% CI)

Relative effect
(95% CI)

No of participants
(studies)

Quality of the evidence
(GRADE)

Comments

Assumed risk

Corresponding risk

Placebo

MgSO4

Hospital admissions

767 per 1000

513 per 1000
(315 to 709)

OR 0.32
(0.14 to 0.74)

115
(3 studies)

⊕⊕⊝⊝
low1,2

MgSO4 reduced hospital admissions, but low confidence due to inconsistency and small numbers.

Random‐effects sensitivity analysis:

OR 0.18, 95% CI 0.02 to 1.59

ED treatment time (minutes)

The mean ED treatment time in the placebo group was

96 minutes

The mean ED treatment time in the intervention group was
5 minutes more

(24 less to 34 more)

27
(1 study)

⊕⊕⊝⊝

low3

No clear benefit of MgSO4.

Based on the subset of children who were discharged home, not those who were admitted

Return to ED within 48 hours

22 per 1000

9 per 1000
(0 to 186)

OR 0.4
(0.02 to 10.3)

85
(2 studies)

⊕⊕⊝⊝
low3

No clear benefit of MgSO4

Hospital length of stay (hours)

The mean hospital length of stay (hours) in the placebo group was
18.9 hours

The mean hospital length of stay (hours) in the intervention group was
5.3 hours lower
(9.46 to 1.14 lower)

47
(1 study)

⊕⊕⊝⊝
low4,5

Possible benefit of MgSO4 but based on 1 small study

4 of the planned outcomes were not reported in a way that could be meta‐analysed in any of the included studies (intensive care admissions, vital signs, spirometry, validated paediatric symptom scores, and adverse events)

*The basis for the assumed risk (e.g. the median control group risk across studies) is provided in footnotes. The corresponding risk (and its 95% CI) is based on the assumed risk in the comparison group and the relative effect of the intervention (and its 95% CI).
CI: confidence interval; ED: emergency department; OR: odds ratio

GRADE Working Group grades of evidence
High quality: Further research is very unlikely to change our confidence in the estimate of effect.
Moderate quality: Further research is likely to have an important impact on our confidence in the estimate of effect and may change the estimate.
Low quality: Further research is very likely to have an important impact on our confidence in the estimate of effect and is likely to change the estimate.
Very low quality: We are very uncertain about the estimate.

1Test for heterogeneity P = 0.07, I2 = 63% (‐1 inconsistency).
2Total number of children included in analysis low with concurrent low event rate, and a sensitivity analysis using random effects seriously reduced the precision of the estimate (‐1 imprecision).
3Very imprecise estimate based on data from a single small study. 'Return to ED within 48 hours' analysis included two studies, but Ciarallo 1996 did not observe any events (‐2 imprecision).
4Only study included limiting the precision of the result (‐1 imprecision).
5Two other studies reported hospital admission but not length of hospital stay (‐1 publication bias).

Antecedentes

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Descripción de la afección

El asma es una afección respiratoria crónica caracterizada por la inflamación de las vías respiratorias y la obstrucción del flujo aéreo parcialmente reversible. Los síntomas habituales incluyen tos, sibilancia, dificultad para respirar, reducción de la tolerancia al ejercicio y opresión torácica. En el asma, la inflamación de las vías respiratorias y el broncoespasmo (contracción del músculo liso que cubre las vías respiratorias) provocan la obstrucción del flujo aéreo. La afección sigue un curso variable en los individuos que está determinado por factores desencadenantes genéticos y ambientales.

Los síntomas del asma varían en gravedad y frecuencia. Puede provocar síntomas crónicos diarios y exacerbaciones. Una exacerbación se define como un empeoramiento agudo de los síntomas del asma. Los principios del tratamiento consisten en el control de los síntomas diarios y la prevención de las exacerbaciones al proporcionar buena educación, así como el uso apropiado de inhaladores. Se han publicado guías nacionales e internacionales para el tratamiento de las exacerbaciones del asma (BTS/SIGN 2014; GINA 2015).

Los broncodilatadores de acción corta se administran para aliviar el broncoespasmo, y los síntomas de inflamación se tratan con corticosteroides; ambos se administran generalmente a través de inhaladores. Según la persistencia de los síntomas, los inhaladores se pueden utilizar regularmente (tratamiento de mantenimiento) o según sea necesario (tratamiento de alivio)(BTS/SIGN 2014; GINA 2015). Los agonistas beta2 se reconocen como los más eficaces para el alivio del broncoespasmo (Teoh 2012), aunque los inhaladores anticolinérgicos también han demostrado ser eficaces en el tratamiento del asma aguda (Griffiths 2013).

Los niños con asma se tratan con mayor frecuencia en la atención primaria; sin embargo, en los casos graves puede ser necesaria la atención por un pediatra en el nivel secundario. El objetivo del tratamiento es permitir una buena calidad de vida a la vez que se evitan las exacerbaciones del asma que requieren atención en el servicio de urgencias (SU) e ingreso hospitalario.

En las exacerbaciones graves, que pueden ser potencialmente mortales, pueden ser necesarios fármacos adicionales como los corticosteroides orales o intravenosos (BTS/SIGN 2014; GINA 2015; Rowe 2001). Los broncodilatadores intravenosos y el sulfato de magnesio también se han utilizado para tratar a los niños con exacerbaciones graves del asma.

Descripción de la intervención

Las guías clínicas recientes informan que se puede considerar el uso de una dosis única de sulfato de magnesio intravenoso (MgSO4 IV) en los niños con cinco años de edad y más con asma aguda grave que no han respondido al tratamiento con broncodilatadores inhalados, y en los que presentan asma potencialmente mortal o casi mortal (BTS/SIGN 2014).

El sulfato de magnesio (MgSO4) se ha utilizado en forma nebulizada en el tratamiento del asma aguda grave; este es el tema de otra revisión que no encontró una reducción significativa del ingreso hospitalario (Powell 2012). En esta revisión solamente se consideró la administración de MgSO4 IV. La dosis en los niños se basa generalmente en el peso. El British National Formulary for Children recomienda 40 mg/kg y una dosis máxima total de hasta 2 g, administrados por infusión intravenosa durante 20 minutos. Sin embargo, se han utilizado dosis mayores de hasta 75 mg/kg (Scarfone 2000).

De qué manera podría funcionar la intervención

El mecanismo de acción del MgSO4 IV en el contexto de una exacerbación del asma no se comprende completamente. Se cree que desempeña una función en la relajación del músculo liso bronquial a través de su capacidad de interrumpir el movimiento de los iones de calcio en las células del músculo liso, lo que bloquea los canales de calcio dependientes del voltaje(Spivey 1990). También se han encontrado algunas pruebas de su función en la reducción de la respuesta inflamatoria(Cairns 1996). La combinación de la relajación del músculo liso y las propiedades antiinflamatorias proporciona una base teórica para la administración de MgSO4 en los casos de asma aguda.

Por qué es importante realizar esta revisión

Uno de cada 11 niños en el Reino Unido presenta asma. Las visitas por asma en los SU son frecuentes, con un máximo de 26 969 ingresos en 2006/2007 (Millet 2013). Se informaron 216 muertes por asma en el Reino Unido en 2014; 16 de estos pacientes fueron niños de 14 años de edad o menos (Asthma UK). De hecho, entre 2005 y 2010, del 1% al 4,2% de todos los ingresos a las unidades de cuidados intensivos pediátricas (UCIP) en el Reino Unido se debieron al asma; lo anterior se traduce en 1640 ingresos (en 1410 pacientes). Además, se ha incrementado el número de ingresos a las UCIP en el Reino Unido debido al asma. Los ingresos relacionados con asma aumentaron en el 67% (de 195 a 327 ingresos) entre 2005 y 2010 (Nyman 2011).

Históricamente, el MgSO4 es un tratamiento que se ha utilizado en los SU. La National Review of Asthma Deaths examinó 195 muertes por asma de febrero de 2012 hasta enero de 2013 y encontró que el 45% había asistido a un SU antes de la muerte (NRAD 2014). Cuando estos pacientes se presentan con episodios de asma potencialmente mortales, se necesitan tratamientos eficaces y seguros.

Aunque las guías actuales recomiendan la administración de MgSO4 IV en el tratamiento del asma aguda (BTS/SIGN 2014; GINA 2015), se reconoce que las pruebas en la bibliografía han proporcionado resultados contradictorios. Una versión anterior de esta revisión, Rowe 2000, encontró pruebas pequeñas para apoyar la administración de MgSO4 IV en los niños según los resultados de siete estudios, cinco de los cuales estudiaron participantes adultos

La carga del asma en los niños sigue en aumento, por lo que es importante poder guiar el tratamiento sobre la base de pruebas pediátricas. Como tal, la revisión anterior, Rowe 2000, se ha dividido en revisiones en adultos, Kew 2014, y pediátricas, que centran la discusión y las conclusiones en los grupos de pacientes respectivos. Esta revisión ha permitido examinar nuevas pruebas que han surgido durante los 16 últimos años y estableció conclusiones relevantes para la práctica pediátrica actual.

Objetivos

available in

Evaluar la seguridad y la eficacia del sulfato de magnesio intravenoso (MgSO4 IV) en los niños tratados por asma aguda en el SU.

Métodos

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Criterios de inclusión de estudios para esta revisión

Tipos de estudios

Se incluyeron ensayos controlados aleatorios de cualquier duración del seguimiento. Se incluyeron los estudios informados como texto completo, los publicados como resumen solamente y los datos no publicados.

Tipos de participantes

Se incluyeron los estudios en niños (de 18 meses a 18 años de edad) tratados en el SU por asma aguda (cualquier gravedad). Cuando los estudios reclutaron adultos y niños, solamente se utilizaron los datos si se proporcionaron para los niños por separado. Como los síntomas de sibilancias en los niños menores de 18 meses pueden representar un proceso de una enfermedad diferente (es decir, bronquiolitis), se examinaron las características demográficas en los ensayos que incluyeron niños menores de 18 meses para determinar el porcentaje de la población estudiada. Los estudios se excluyeron si constituyeron más del 10% de la población.

Tipos de intervenciones

Se incluyeron los estudios que compararon cualquier dosis de MgSO4 IV versus placebo. Como los niños con asma aguda a menudo requieren tratamientos adicionales, se incluyeron los estudios que permitieron otros fármacos siempre que no fueran parte del tratamiento asignado al azar. No se incluyeron los estudios de MgSO4 combinados con otros agentes broncodilatadores intravenosos a menos que el estudio se propusiera analizar el efecto del MgSO4, y todos los otros tratamientos fueran los mismos en ambos grupos. No se planificó evaluar el MgSO4 IV versus el MgSO4 nebulizado u otros tratamientos activos. Los resultados se presentaron en una tabla de resumen de las características que incluye una lista de los fármacos administrados en cada uno de los estudios incluidos (Tabla 1).

Tipos de medida de resultado

Resultados primarios

  • Ingresos hospitalarios.

Resultados secundarios

  • Duración del tratamiento en el SU.

  • Ingresos en cuidados intensivos.

  • Duración de la estancia hospitalaria.

  • Signos vitales (frecuencia respiratoria, saturaciones de oxígeno).

  • Espirometría (tasa de flujo espiratorio máximo [TFEM], volumen espiratorio forzado en un segundo [VEF1]).

  • Puntuaciones de los síntomas pediátricos validadas.

  • Eventos adversos.

El informe en el estudio de uno o más de los resultados aquí enumerados no fue un criterio de inclusión para la revisión.

Results

Description of studies

We have provided full details of the conduct and participant characteristics of each included study in the Characteristics of included studies table, and reasons for excluding full texts in the Characteristics of excluded studies table.

Results of the search

We identified 139 records in the electronic database searches and 31 additional records by searching ClinicalTrials.gov. We removed one duplicate record, screened 169 records, and excluded 143 by looking at the titles and abstracts alone. We retrieved full texts for the remaining 26, of which 18 were excluded for the following reasons: 'no placebo group' (n = 7), 'adult population' (n = 6), 'inpatient sample' (n = 2), no asthma diagnosis (n = 1), awaiting classification because we were unable to locate the publication (Abd El Kader 1997), and ongoing (NCT01522040). The remaining eight citations related to five studies, which we included in the systematic review (Ciarallo 1996; Ciarallo 2000; Devi 1997; Gürkan 1999; Scarfone 2000). We have presented the study flow in Figure 1.


Study flow diagram.

Study flow diagram.

Included studies

Five studies met all the inclusion criteria (Ciarallo 1996; Ciarallo 2000; Devi 1997; Gürkan 1999; Scarfone 2000), randomising a total of 182 children presenting to the ED. Sample sizes were small, ranging from 20 to 54 (median 31). We have provided a summary of study characteristics in Table 1.

All of the included studies were randomised, double‐blind, placebo‐controlled trials, which were conducted at between one and three centres. Three studies were conducted in the USA (Ciarallo 1996; Ciarallo 2000; Scarfone 2000), one in India (Devi 1997), and one in Turkey (Gürkan 1999). The main time of follow‐up measurement was not reported in Devi 1997, but in the remaining four studies it ranged from 90 to 120 minutes after the start of the infusion.

Inclusion and exclusion criteria varied across the five studies with respect to age, severity metrics such as lung function and vital statistics, and allowed and disallowed comedications. The minimum age was 6 years in three studies, and 1 year in two studies (Devi 1997; Scarfone 2000). The upper age for inclusion was 16 or 18 in all studies except Devi 1997, which used a maximum age of 12 years.

We have provided a summary of the characteristics of children included in the studies in Table 2, including mean age, percentage male, and key measures of lung function and vital signs when they entered the ED.

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Table 2. Baseline characteristics

Study ID

Inclusion

Group

Age (SD)

% Male

% PEF

FEV1

Other

Classification

Ciarallo 1996

PEF < 60% predicted

(after 3 beta‐2 adrenergic nebuliser treatments)

MgSO4

10.8

46.7

43.8

33.1

RR = 35 BP = 120 SaO2 = 92

Moderate

Placebo

11.9

43.8

43.0

45.1

RR = 30 BP = 123 SaO2 = 94

Ciarallo 2000

PEF < 70% predicted

(after 3 nebulised bronchodilating treatments)

MgSO4

10.9

68.8

29.9

28.9

BP = 120, SaO2 = 92

Severe

Placebo

12.0

50.0

33.1

31.3

BP = 114, SaO2 = 92

Devi 1997

"Inadequate or poor response to 3 doses of nebulized salbutamol"

MgSO4

6.7

79.2

30.1

NR

HR = 142

Severe

Placebo

6.8

73.9

27.1

NR

HR = 138

Gürkan 1999

PEF < 60% predicted

(after 3 beta‐2 adrenergic nebuliser treatments)
"moderate to severe acute asthma exacerbation"

MgSO4

10.4

60

46.8

NR

HR = 118 BP = 118 SaO2 = 91.8

Moderate

Placebo

11.2

50

46.2

NR

HR = 120 BP = 116 SaO2 = 91.4

Scarfone 2000

"moderate to severe asthma exacerbation"

MgSO4

6.8

58

NR

NR

SaO2 = 93.9

Moderate

Placebo

4.8

47

NR

NR

SaO2 = 94.1

SD = standard deviation; % PEF = percentage predicted peak expiratory flow; FEV1 = forced expiratory volume in one second; HR = heart rate; RR = respiration rate; BP = systolic blood pressure; SaO2 = oxygen saturation; NR: not reported

Across the five studies, 89 children were randomised to receive MgSO4 and 93 to placebo. In four studies, between 25 and 75 mg/kg MgSO4 was administered over 20 minutes, and Devi 1997 gave 0.2 ml of 50% over 35 minutes (100 mg). The placebo was always delivered in a matching saline infusion. The administration of nebulised bronchodilators, usually multiple times, was common across studies. All studies except Gürkan 1999 described the use of corticosteroids, usually methylprednisolone, and two also stated that oxygen had been used (Devi 1997; Scarfone 2000).

Three of the five studies reported the primary outcome (Ciarallo 1996; Ciarallo 2000; Scarfone 2000); the secondary outcomes were generally poorly reported. No data could be analysed for intensive care admissions, vital signs, spirometry, symptom scales, or adverse events.

Excluded studies

We excluded 17 articles relating to 12 studies after viewing the full texts. Bijani 2001, Bilaceroglu 2001, Boonyavorakul 2000, del Castillo Rueda 1991, and Skobeloff 1989 were all included in the adult review (Kew 2014); although these studies included some participants under 18, they were classified as adult populations and disaggregated data could not be obtained. Singhi 2011 and Torres 2012 used the correct population and intervention and were relatively large compared to the included studies (100 and 143 respectively), but these were open‐label studies that did not use a placebo comparison. Irazuzta 2016 studied children with status asthmaticus and did not use a placebo comparison, and Watanatham 2015 compared nebulised MgSO4 with IV MgSO4 without a placebo group. We excluded Santana 2001 because the study recruited children who had already been admitted to a special paediatric care unit before they were given IV MgSO4. Similarly, Okayama 1987 recruited children from mixed settings, including those already admitted to hospital, which could not be separated from the children who met the inclusion criteria for this review. The remaining study, Liang 1998, did not require that children had a diagnosis of asthma to be included in the study.

Risk of bias in included studies

Overall, the risk of bias across the studies was low, with some uncertainties relating to attrition and methods of allocation, and some issues with selective reporting (Figure 2).


Risk of bias summary: review authors' judgements about each risk of bias item for each included study.

Risk of bias summary: review authors' judgements about each risk of bias item for each included study.

Allocation

We rated no studies as having a high risk of bias for sequence generation or allocation concealment. We rated only one study as low risk for both selection bias domains (Ciarallo 2000), and rated the other four as unclear in one domain, in Ciarallo 1996 and Scarfone 2000, or both domains, in Devi 1997 and Gürkan 1999.

Blinding

It is unlikely that biases related to insufficient blinding affected the results. All studies used matched placebos and double‐blind procedures, although outcome assessor blinding was unclear in one study that was only reported as a conference abstract (Gürkan 1999).

Incomplete outcome data

There were some uncertainties in this domain, but no study reported drop‐out rates that were high or unbalanced enough that we considered it to be at high risk of bias. Two studies did not report how many children were not accounted for in the analyses (Ciarallo 2000; Gürkan 1999), and we rated the other three as at low risk of bias (Ciarallo 1996; Devi 1997; Scarfone 2000).

Selective reporting

There was evidence of selective reporting in two studies conducted by the same author (Ciarallo 1996; Ciarallo 2000). Both reported some outcomes without variance, with inexact P values, or only in graphs, meaning the data could not contribute to the meta‐analyses. We rated the other three studies as at low risk (Devi 1997; Gürkan 1999; Scarfone 2000).

Other potential sources of bias

Ciarallo 1996 was terminated before the specified sample was reached due to a change in ED practice (intravenous access was used less frequently in the care of status asthmaticus), which slowed the rate at which eligible patients were enrolled. There were also baseline imbalances in lung function between the two groups, which the study authors recognised may have magnified the difference between magnesium and placebo. We noted no additional sources of bias in the other studies (Ciarallo 2000; Devi 1997; Gürkan 1999; Scarfone 2000).

Effects of interventions

See: Summary of findings for the main comparison MgSO4 compared to placebo for treating children with acute asthma in the emergency department

A summary of the main results, including absolute effects and an assessment of the quality of the evidence, can be found in summary of findings Table for the main comparison.

Primary outcomes

Hospital admissions

Treatment with IV MgSO4 reduced the odds of admission to hospital by 68% (odds ratio (OR) 0.32, 95% confidence interval (CI) 0.14 to 0.74; children = 115; studies = 3; I2 = 63%; Analysis 1.1). This result was based on data from three studies including 115 children (Ciarallo 1996; Ciarallo 2000; Scarfone 2000). The result was statistically significant (P = 0.008) but had a wide confidence interval that estimated a true population reduction in admission between 86% and 26%. In absolute terms, 767 out of 1000 people given placebo needed a hospital admission, compared with 513 (95% CI 315 to 709) out of 1000 given IV MgSO4. This translates to a number needed to treat for an additional beneficial outcome of 4. There was statistically significant heterogeneity in the analysis (I2 = 63%, P = 0.07) and a sensitivity analysis using a random‐effects model provided a much less precise result that was not statistically significant (OR 0.18, 95% CI 0.02 to 1.59), but the direction and size of the effect was still in favour of IV MgSO4. The studies were of good methodological quality, however the small number of study participants and heterogeneity reduced our confidence in the result to low.

Secondary outcomes

Emergency department treatment duration

In the one study that reported data for duration of treatment in the ED (Scarfone 2000), use of IV MgSO4 caused children to spend an extra five minutes in the ED. However, the effect estimate was very imprecise, and the result was neither statistically nor clinically significant (mean difference (MD) 5.00, 95% CI ‐24.40 to 34.40; children = 27; studies = 1; Analysis 1.2). We downgraded the quality of this evidence twice for imprecision and rated as low because just one small study contributed to the analysis.

Intensive care admissions

No studies reported admission to intensive care in a way that we could include in our analyses.

Return to emergency department within 48 hours

We did not specify this outcome in the protocol for this systematic review, but chose to present the results because it is related to other named outcomes which were not well reported across the studies. Two studies with 85 children reported data for this outcome (Ciarallo 1996; Scarfone 2000), but one did not observe any events and so did not contribute to a pooled effect. In both groups the event rate was low, and the confidence intervals suggest a very imprecise effect estimate that was not statistically significant (OR 0.40, 95% CI 0.02 to 10.30; children = 85; studies = 2; I2 = 0%; Analysis 1.3). The small number of studies and events in this analysis resulted in a very imprecise estimate that warranted downgrading the quality of evidence twice for imprecision and rating as low.

Hospital length of stay

One study with 47 children reported data for this outcome (Devi 1997). Treatment with IV MgSO4 reduced the length of hospital admission by 5.3 hours (MD ‐5.30, 95% CI ‐9.46 to ‐1.14; children = 47; studies = 1; Analysis 1.4). The effect estimate was imprecise but favours the treatment group at each extreme, and the result was statistically significant. Again this analysis was based on one study with very few children; we also downgraded for publication bias because two other studies reported hospital admission but not length of hospital stay, rating the evidence as low quality.

Vital signs (respiratory rate, oxygen saturations)

No studies reported vital signs in a way that we could include in our analyses. Devi 1997 reported oxygen saturations in graphical form, therefore data could not be accurately collected, however they did report a statistically significant difference favouring the treatment group. Examining the graph the effect was seen from 0 to 15 hours postinfusion.

Spirometry

No studies reported peak expiratory flow rate (PEFR) or forced expiratory volume in one second (FEV1) in a way that we could include in our analyses. Ciarallo 1996 reported the outcome for FEV1, forced vital capacity (FVC), and PEFR as a statistical difference between groups after treatment favouring the magnesium group. Devi 1997 reported PEFR in graphical form, therefore data could not be accurately collected, however they again reported a statistically significant difference favouring the treatment group. Examining the graph the effect was seen from 0 to 15 hours postinfusion. Gürkan 1999 reported a significant increase in the mean of percentage of improvement from baseline in PEFR at 30 minutes after initiation of magnesium infusion (P = 0.0002), and they found an even greater improvement at the end of the observation period (P = 0.0001). Ciarallo 2000 found the PEFR and FEV1 improvement from baseline was statistically greater in the group that had received IV MgSO4. They reported that this effect was apparent at all study time points.

Validated paediatric symptom scores

No studies reported validated asthma symptom scores. Gürkan 1999 reported a significant change in mean clinical asthma score of the children in the magnesium group at 90 minutes (P = 0.005). Ciarallo 2000 reported that there were statistically significant differences in the clinical asthma scores between the two groups, which occurred later in the study period at 95 minutes (1.4 IV MgSO4 group versus 2.5 placebo group) and 110 minutes (1.1 IV MgSO4 group versus 2.4 placebo group). Scarfone 2000 reported a pulmonary index score at 7 points and found no statistical difference between groups (P = 0.37).

Adverse events

The included studies did not report enough data to enable meta‐analysis, however reviewing the narrative results revealed a low incidence of adverse events in both groups. Gürkan 1999 reported no significant difference in side effects (but did not report which symptoms this included) and no significant difference in heart rate or blood pressure. Scarfone 2000 reported no episodes of hypotension in either group and no difference between groups in degree of tachycardia. Only one child in the placebo group experienced emesis. Ciarallo 2000 reported no intergroup difference in systolic blood pressure. Ciarallo 1996 also reported no difference in blood pressure. They did state that two children in the treatment group reported a relaxed sensation compared to none in the placebo group. There were no reports of dizziness, fatigue, or any other adverse symptoms.

Devi 1997 reported the following adverse effects in the treatment group: epigastric warmth (12.5%), pain (16.6%), and tingling and numbness (12.5%) at the site of infusion. There were no reported incidents of these symptoms in the control group.

Subgroup and sensitivity analyses

Since there were only three studies in the primary analysis (and fewer in the secondary), we did not consider the planned subgroup analyses on the basis of baseline severity of exacerbation and age to be justified. Similarly, we were unable to conduct the planned sensitivity analyses to test the robustness of the results in relation to detection bias, the inclusion of very young children, and unpublished data.

Discusión

available in

Resumen de los resultados principales

Los niños con asma predominantemente moderada a grave que se presentaron al SU y que fueron tratados con MgSO4 IV además del tratamiento estándar, mostraron una reducción del 68% de las probabilidades de ingreso hospitalario (OR 0,32; IC del 95%: 0,14 a 0,74). Este resultado representa una notable reducción de las tasas de ingreso; sin embargo, la confianza en el resultado fue baja debido al escaso número de niños incluidos en el análisis (n = 115) y la variabilidad de los resultados entre los estudios.

La variabilidad en los resultados de los estudios se reflejó en la estimación de la heterogeneidad para el resultado primario. Al examinar el análisis primario, los datos de Scarfone 2000 parecen estar fuera de los informados en los otros dos estudios. Es difícil explicar la heterogeneidad, ya que los estudios fueron muy similares en cuanto al diseño y la población estudiada incluida. Todos los estudios tuvieron un tamaño relativamente pequeño, lo que aumenta la imprecisión en el informe de los efectos. La repetición del análisis mediante un modelo de efectos aleatorios dio un resultado que no fue estadísticamente significativo (OR 0,18; IC del 95%: 0,02 a 1,59). Lo anterior nuevamente destaca que, aunque los resultados favorecen la administración de MgSO4, la fortaleza de esta conclusión es muy limitada.

Los datos de los resultados secundarios también fueron limitados. Dos estudios proporcionaron datos del resultado "retorno al servicio de urgencias en el transcurso de 48 horas" (Ciarallo 1996; Scarfone 2000), que favoreció al MgSO4 IV, pero los intervalos de confianza no excluyeron la falta de diferencia (OR 0,40; IC del 95%: 0,02 a 10,30). Varios estudios informaron mejorías en los datos de la espirometría con el tratamiento, pero no incluyeron los datos brutos en el metanálisis. El mensaje de la descripción narrativa de los resultados para la puntuación de los síntomas y la espirometría en todos los casos excepto uno, favoreció al tratamiento con MgSO4. IV. Sin embargo, la interpretación de estos resultados todavía requiere un mayor cuidado.

Tradicionalmente al asma se ha referido en la bibliografía en términos de gravedad, por lo que las guías nacionales se suelen enmarcar de esta manera. Se planificó realizar un análisis de subgrupos según la gravedad. Se había planificado conseguir que un revisor cegado calificara la gravedad de cada estudio según los criterios de inclusión, pero la cantidad limitada de datos disponibles impidió este análisis de subgrupos. Sin embargo, al examinar los criterios de inclusión de los tres estudios que presentaron datos del resultado primario (Ciarallo 1996; Ciarallo 2000; Scarfone 2000), fue posible observar que todos los niños tuvieron un flujo espiratorio máximo (FEM) menor del 70%, que se tradicionalmente se habría considerado como exacerbaciones moderadas a graves.

Aunque las pruebas se basan en una cohorte con gravedad moderada a grave, se reconoce que a menudo la gravedad en la práctica pediátrica es un juicio clínico, ya que con frecuencia la espirometría en los niños pequeños tiene una exactitud limitada.

Nuevamente, los datos sobre los efectos secundarios se informaron de manera inconsistente, lo que limitó el metanálisis, pero en general el número de efectos secundarios fue pequeño. En realidad, el único efecto secundario informado fue una sensación relajada en dos niños (Ciarallo 1996). No se informaron pruebas sobre la inestabilidad hemodinámica que a menudo se informa históricamente con la administración de MgSO4. La falta de efectos perjudiciales informados es alentadora pero, nuevamente, la capacidad de extrapolar este resultado está limitada por el escaso número de estudios incluidos en la revisión.

Si se acepta que hay pruebas débiles de la efectividad del MgSO4, es necesario analizar el tema del momento de administración. Los protocolos de los estudios incluidos administraron el MgSO4 IV después de que no hubo mejoría con el tratamiento broncodilatador nebulizado de primera línea. Se concuerda con que el MgSO4 todavía es un tratamiento de segunda línea después que los pacientes no han logrado responder a los tratamientos broncodilatadores nebulizados basados en más pruebas. En la práctica clínica el MgSO4 IV a menudo se utiliza junto con otros broncodilatadores IV (salbutamol y aminofilina). Como los estudios incluidos en esta revisión solamente examinaron el MgSO4 como un único agente IV, la evaluación de cualquier posible interacción sinérgica estuvo más allá del alcance de esta revisión.

Compleción y aplicabilidad general de las pruebas

Tres estudios contribuyeron con datos al resultado primario y evaluaron el posible efecto del MgSO4 IV sobre la prevención del ingreso hospitalario (Ciarallo 1996; Ciarallo 2000; Scarfone 2000). Los estudios utilizaron entre 25 y 75 mg/kg de MgSO4, pero todos se administraron en una infusión de 20 minutos. No fue posible hacer observaciones sobre la dosis óptima debido a los datos limitados en la revisión; en este momento sería prudente cumplir con las orientaciones nacionales que coinciden con el rango en esta revisión. Los tres estudios se realizaron en los EE.UU., lo que tiene implicaciones en la aplicabilidad de las pruebas a otros sistemas de asistencia sanitaria, especialmente con respecto a los fármacos complementarios administrados antes del MgSO4. Los estudios de los EE.UU. les administraron a los niños broncodilatadores nebulizados (salbutamol, bromuro de ipratropio, o ambos) y metilprednisolona IV, que puede no ser la práctica en otros países.

Una crítica frecuente del ingreso hospitalario como resultado es que los criterios para tomar esta decisión a menudo no están estandarizados y se reconoce ampliamente que las tasas de ingreso varían por país e incluso por región. Sin embargo, cuando la asignación al azar es apropiada, debe proporcionar una diferencia fiable entre los grupos en cuanto a los pacientes con asma moderada a grave. Es posible argumentar que el asma grave por su naturaleza requiere ingreso hospitalario, y en ese caso el ingreso a la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) puede ser un posible resultado. Sin embargo, también se debe reconocer que en ciertas instituciones algunos tratamientos exigen el ingreso a las UCIP (algunos tratamientos IV), y en ese caso la necesidad de intubación y asistencia ventilatoria mecánica pueden representar una opción. Correcta o equivocadamente, la carga de la enfermedad se informa ampliamente como una tasa de ingreso en aumento, por lo que se mantiene como la razón por la que se debería intentar utilizarla como un resultado de la eficacia del tratamiento.

Los niños en los estudios tuvieron una media de edad de alrededor de 11 años en Ciarallo 1996 yCiarallo 2000 y como promedio fueron más jóvenes en Scarfone 2000, alrededor de siete años en el grupo activo y cinco en el grupo placebo. Esta media de edad apoyaría la recomendación de la guía de la British Thoracic Society; sin embargo, los niños más pequeños también se incluyeron y trataron con seguridad en los estudios.

El desequilibrio de edad dentro deScarfone 2000 puede haber afectado los resultados e indica que los tamaños de la muestra de los estudios incluidos, de los cuales Scarfone 2000 es el más grande con 54, es poco probable que hayan sido suficientemente grandes para suponer que las variables iniciales importantes se distribuyeron por igual mediante la asignación al azar. Estas diferencias y las limitaciones en el diseño y la realización de los estudios que contribuyeron con datos significan que las implicaciones para la práctica se deben considerar cuidadosamente.

No más de dos estudios contribuyeron a cualquiera de los resultados secundarios, y no fue posible realizar un metanálisis de cinco de los ocho resultados secundarios. Como tal, incluso los tres resultados secundarios para los que fue posible incluir datos (duración en el SU, retorno al SU en el transcurso de 48 horas y duración de la estancia hospitalaria) incluyeron datos de no más de 88 niños, lo que limita de forma importante la aplicabilidad de cualquier posible conclusión. Los resultados que no se pudieron apoyar mediante los análisis incluyeron el ingreso a la unidad de cuidados intensivos, la espirometría y los eventos adversos, que se esperaba que se informaran mejor en estudios realizados en un contexto de urgencias. Para estos resultados se intentó describir de manera narrativa la información en los estudios que no se informaron completamente para dar una imagen lo más completa posible, pero representan una brecha importante en la base de pruebas.

Las revisiones anteriores han examinado los subgrupos según la gravedad de la exacerbación y concluyeron que el MgSO4 IV tiene una función principalmente en el tratamiento de las exacerbaciones graves. Ya se ha aludido a las dificultades de evaluar la gravedad del asma en los niños, pero los presentes resultados son más aplicables a los niños con crisis asmáticas moderadas o graves. Este grupo de pacientes tiene mayores probabilidades de ser atendidos en el SU, por lo que se coincide en que actualmente la función del MgSO4 IV sería tratar a los pacientes con asma moderada a grave que no han logrado responder a los tratamientos inhalados y no a los niños que se presentan en la atención primaria. Clínicamente el MgSO4 también se utiliza antes o concurrentemente con el tratamiento nebulizador en los episodios graves potencialmente mortales en los que la obstrucción grave del flujo aéreo limita la efectividad de los tratamientos inhalados. Los estudios de esta revisión no analizaron el MgSO4 IV en estas situaciones, pero se excluyó un estudio que reclutó niños en status asmático y no incluyó un grupo placebo (Irazuzta 2016). El establecimiento de las prioridades para los tratamientos in extremis se debe basar en una valoración clínica sólida y en la experiencia. Es importante reconocer que las crisis asmáticas siguen un proceso continuo, a menudo con remisiones y recurrencias durante varios días, y que se desconoce la función del magnesio en la alteración del curso de una exacerbación.

Calidad de la evidencia

Aunque hubo algunas incertidumbres sobre los procedimientos de los estudios, en particular con los sesgos de selección y de desgaste, se consideró que los estudios incluidos tuvieron en general buena calidad metodológica, por lo que no se disminuyó la calidad de los resultados por el riesgo de sesgo. Además, los cinco estudios cumplieron estrechamente los criterios de inclusión establecidos en el protocolo, por lo que no se consideró que las pruebas estuvieran comprometidas por la falta de direccionalidad.

Sin embargo, la confianza en los resultados se redujo por la imprecisión grave en las estimaciones, debido en gran parte a los números muy pequeños de estudios y participantes. En el caso del resultado primario, las graves diferencias en lo que los tres estudios encontraron dieron lugar a que el efecto se tornara impreciso cuando se realizó un análisis de sensibilidad de efectos aleatorios, lo que redujo la confianza en el resultado principal.

El informe incompleto de los resultados en dos estudios afectó algunos de los resultados secundarios que no fue posible metanalizar (espirometría, ingresos en cuidados intensivos, signos vitales). Como se mencionó anteriormente, el escaso número de estudios incluidos en general y la cantidad muy pequeña de datos apropiados para el metanálisis pueden indicar sesgo de publicación y limitar las conclusiones que se pueden establecer.

Sesgos potenciales en el proceso de revisión

Esta revisión examinó los estudios incluidos para el sesgo contra criterios predeterminados, como especifica la metodología Cochrane actual. Se identificaron sesgos de informe internos en dos de los estudios incluidos (Ciarallo 1996; Ciarallo 2000), lo que puede haber repercutido en la completitud de los resultados, pero lo anterior se consideró en las calificaciones relevantes de GRADE. Ciarallo 1996 informó en su metodología una variedad amplia de parámetros que se obtuvieron sobre los participantes, pero solamente se informaron algunos de estos resultados, y todos tuvieron resultados significativos. Los autores señalaron que el período de reclutamiento del ensayo se acortó debido a un cambio en la práctica del SU. Su cálculo original del poder estadístico estipuló 40 participantes para detectar una diferencia del 25% en la TFEM; solamente se reclutaron 31 participantes, por lo que la estimación del efecto puede estar exagerada. Sin embargo, la TFEM no se incluyó en el presente metanálisis, por lo que no se afectaron los resultados. Los autores también señalan que hubo una diferencia en la característica inicial (VEF1) entre los grupos, que nuevamente podría haber dado lugar a una sobrestimación del efecto en el grupo de tratamiento.

Se implementaron los métodos planificados tanto como fue posible, pero en algunos casos el número pequeño de estudios significó que no fue posible o válido. En Diferencias entre el protocolo y la revisión se enumeraron estos casos.

Acuerdos y desacuerdos con otros estudios o revisiones

Con las precauciones indicadas para la interpretación del análisis primario, se puede observar que el resultado que favorece la reducción de los ingresos en el grupo de MgSO4 IV coincide con la revisión en adultos publicada recientemente. Una revisión reciente de MgSO4 IV para el asma aguda en el SU en pacientes adultos informó una reducción de las probabilidades de ingreso hospitalario del 25% (OR 0,75; IC del 95%: 0,60 a 0,92) según 11 estudios que incluyeron a 1769 participantes (Kew 2014). Esta revisión sistemática de las pruebas en adultos contiene datos nuevos del estudio en adultos más grande hasta la fecha (Goodacre 2013, n = 752). También encontraron una mejoría en los parámetros de la espirometría en los participantes tratados con MgSO4 IV. Una revisión Cochrane anterior que evaluó adultos y niños juntos solamente encontró un efecto del tratamiento en un subgrupo de pacientes con asma grave(Rowe 2000).

Se recomienda precaución al extrapolar los resultados de los estudios de asma en adultos, ya que se ha informa que el asma en la niñez responde de manera diferente a algunos tratamientos establecidos.

Cheuk 2005 publicó un metanálisis de los pacientes pediátricos que informó el ingreso hospitalario como su resultado primario. En este análisis se incluyeron cuatro estudios, tres de los estudios presentados aquí y también datos de los ingresos de Devi 1997 (los datos del ingreso no se incluyeron en el artículo publicado y no estuvieron disponibles a pesar de los intentos por establecer contacto con el autor del estudio). El metanálisis concluyó que fue probable que el magnesio redujera el ingreso hospitalario y mejorara el broncoespasmo.

Más recientemente en la bibliografía pediátrica, Ohn 2014 publicó una revisión en la que señaló que se le debe administrar magnesio a todos los niños que se presenten al hospital con asma aguda grave. Esta conclusión se basó en dos metanálisis que incluyeron pacientes adultos y pediátricos, Rowe 2001 y Shan 2013, y un ensayo controlado aleatorio reciente, Torres 2012, que se excluyó de la presente revisión porque comparó MgSO4 IV versus atención estándar, no versus placebo. Torres 2012 informó una reducción estadísticamente significativa de la necesidad de ventilación mecánica en el grupo MgSO4 IV.

El MgSO4 también se puede administrar como aerosol a través de dispositivos nebulizadores. Ha habido un creciente interés en su uso en adultos y niños con asma aguda, y una revisión Cochrane en 2012 no encontró mejoría en la función pulmonar ni disminución del ingreso hospitalario con su uso (Powell 2012). Recientemente se publicó un ensayo controlado aleatorio pediátrico grande (Powell 2013) que examinó su uso en los niños en el SU (n = 508), y aunque el nuevo estudio aún está por incorporarse a su revisión Cochrane (Powell 2012), el estudio no encontró diferencias clínicas en la puntuación de gravedad del asma y no informó datos del ingreso hospitalario. Se informó el ingreso a la UCIP / unidad de alta dependencia, que fue necesario en 35 de 508 niños (9% del grupo de tratamiento versus 6% del grupo placebo).

El MgSO4 IV se administra con frecuencia en la práctica pediátrica. En una encuesta a 183 consultantes del SU en el Reino Unido e Irlanda, el 94,5% informó utilizarlo en el tratamiento de la sibilancia aguda y casi un tercio (28,4%) lo utiliza como agente intravenoso de primera línea (Lyttle 2015). La descripción abrumadora de la bibliografía pediátrica y adulta apoya la administración de MgSO4 IV. Esta conclusión, a la vez que coincide con la presente revisión, en ocasiones se ha basado en un mismo grupo de pruebas limitadas. A pesar de que el ensayo más grande hasta la fecha en adultos no muestra diferencias estadísticas, su inclusión en el análisis Cochrane más reciente ha proporcionado una base más consistente para la administración de MgSO4 IV en adultos. En la práctica pediátrica la bibliografía a menudo se ha basado en datos de adultos y datos pediátricos no obtenidos a partir de ensayos controlados aleatorios. Esta revisión establece una conclusión similar al metanálisis pediátrico anterior, pero destaca las limitaciones muy importantes de las pruebas.

Study flow diagram.
Figures and Tables -
Figure 1

Study flow diagram.

Risk of bias summary: review authors' judgements about each risk of bias item for each included study.
Figures and Tables -
Figure 2

Risk of bias summary: review authors' judgements about each risk of bias item for each included study.

Comparison 1 IV MgSO4 versus placebo, Outcome 1 Hospital admissions.
Figures and Tables -
Analysis 1.1

Comparison 1 IV MgSO4 versus placebo, Outcome 1 Hospital admissions.

Comparison 1 IV MgSO4 versus placebo, Outcome 2 ED treatment time (minutes).
Figures and Tables -
Analysis 1.2

Comparison 1 IV MgSO4 versus placebo, Outcome 2 ED treatment time (minutes).

Comparison 1 IV MgSO4 versus placebo, Outcome 3 Return to ED within 48 hours.
Figures and Tables -
Analysis 1.3

Comparison 1 IV MgSO4 versus placebo, Outcome 3 Return to ED within 48 hours.

Comparison 1 IV MgSO4 versus placebo, Outcome 4 Hospital length of stay (hours).
Figures and Tables -
Analysis 1.4

Comparison 1 IV MgSO4 versus placebo, Outcome 4 Hospital length of stay (hours).

Summary of findings for the main comparison. MgSO4 compared to placebo for treating children with acute asthma in the emergency department

MgSO4 compared to placebo for treating children with acute asthma in the emergency department

Patient or population: children with acute asthma in the emergency department
Settings: emergency departments
Intervention: MgSO4
Comparison: placebo

Outcomes

Illustrative comparative risks* (95% CI)

Relative effect
(95% CI)

No of participants
(studies)

Quality of the evidence
(GRADE)

Comments

Assumed risk

Corresponding risk

Placebo

MgSO4

Hospital admissions

767 per 1000

513 per 1000
(315 to 709)

OR 0.32
(0.14 to 0.74)

115
(3 studies)

⊕⊕⊝⊝
low1,2

MgSO4 reduced hospital admissions, but low confidence due to inconsistency and small numbers.

Random‐effects sensitivity analysis:

OR 0.18, 95% CI 0.02 to 1.59

ED treatment time (minutes)

The mean ED treatment time in the placebo group was

96 minutes

The mean ED treatment time in the intervention group was
5 minutes more

(24 less to 34 more)

27
(1 study)

⊕⊕⊝⊝

low3

No clear benefit of MgSO4.

Based on the subset of children who were discharged home, not those who were admitted

Return to ED within 48 hours

22 per 1000

9 per 1000
(0 to 186)

OR 0.4
(0.02 to 10.3)

85
(2 studies)

⊕⊕⊝⊝
low3

No clear benefit of MgSO4

Hospital length of stay (hours)

The mean hospital length of stay (hours) in the placebo group was
18.9 hours

The mean hospital length of stay (hours) in the intervention group was
5.3 hours lower
(9.46 to 1.14 lower)

47
(1 study)

⊕⊕⊝⊝
low4,5

Possible benefit of MgSO4 but based on 1 small study

4 of the planned outcomes were not reported in a way that could be meta‐analysed in any of the included studies (intensive care admissions, vital signs, spirometry, validated paediatric symptom scores, and adverse events)

*The basis for the assumed risk (e.g. the median control group risk across studies) is provided in footnotes. The corresponding risk (and its 95% CI) is based on the assumed risk in the comparison group and the relative effect of the intervention (and its 95% CI).
CI: confidence interval; ED: emergency department; OR: odds ratio

GRADE Working Group grades of evidence
High quality: Further research is very unlikely to change our confidence in the estimate of effect.
Moderate quality: Further research is likely to have an important impact on our confidence in the estimate of effect and may change the estimate.
Low quality: Further research is very likely to have an important impact on our confidence in the estimate of effect and is likely to change the estimate.
Very low quality: We are very uncertain about the estimate.

1Test for heterogeneity P = 0.07, I2 = 63% (‐1 inconsistency).
2Total number of children included in analysis low with concurrent low event rate, and a sensitivity analysis using random effects seriously reduced the precision of the estimate (‐1 imprecision).
3Very imprecise estimate based on data from a single small study. 'Return to ED within 48 hours' analysis included two studies, but Ciarallo 1996 did not observe any events (‐2 imprecision).
4Only study included limiting the precision of the result (‐1 imprecision).
5Two other studies reported hospital admission but not length of hospital stay (‐1 publication bias).

Figures and Tables -
Summary of findings for the main comparison. MgSO4 compared to placebo for treating children with acute asthma in the emergency department
Table 1. Summary characteristics of included studies

Study ID

Country (centres)

Total N

Study design

Age range (yrs)

Dose (infusion)

Comedications

Ciarallo 1996

USA (2)

30

R, DB, PC

6 to 18

25 mg/kg

20 minutes

3 nebulised bronchodilators (albuterol, ipratropium bromide, or both)
IV methylprednisolone (2 mg/kg) if not yet given corticosteroids

Ciarallo 2000

USA (1)

31

R, DB, PC

6 to 18

40 mg/kg

20 minutes

3 nebulised beta‐2 adrenergic treatments

IV methylprednisolone (2 mg/kg) if not yet given corticosteroids

Devi 1997

India (1)

47

R, DB, PC

1 to 12

0.2 ml of 50%

35 minutes

Nebulised salbutamol

Oxygen, IV aminophylline, corticosteroids

Gürkan 1999

Turkey (1)

20

R, DB, PC

6 to 16

40 mg/kg

20 minutes

3 beta‐2 adrenergic nebuliser treatments

Scarfone 2000

USA (3)

54

R, DB, PC

1 to 18

75 mg/kg

20 minutes

Nebulised albuterol

Oxygen, methylprednisolone

R = randomised; DB = double‐blind; PC = placebo‐controlled

Figures and Tables -
Table 1. Summary characteristics of included studies
Table 2. Baseline characteristics

Study ID

Inclusion

Group

Age (SD)

% Male

% PEF

FEV1

Other

Classification

Ciarallo 1996

PEF < 60% predicted

(after 3 beta‐2 adrenergic nebuliser treatments)

MgSO4

10.8

46.7

43.8

33.1

RR = 35 BP = 120 SaO2 = 92

Moderate

Placebo

11.9

43.8

43.0

45.1

RR = 30 BP = 123 SaO2 = 94

Ciarallo 2000

PEF < 70% predicted

(after 3 nebulised bronchodilating treatments)

MgSO4

10.9

68.8

29.9

28.9

BP = 120, SaO2 = 92

Severe

Placebo

12.0

50.0

33.1

31.3

BP = 114, SaO2 = 92

Devi 1997

"Inadequate or poor response to 3 doses of nebulized salbutamol"

MgSO4

6.7

79.2

30.1

NR

HR = 142

Severe

Placebo

6.8

73.9

27.1

NR

HR = 138

Gürkan 1999

PEF < 60% predicted

(after 3 beta‐2 adrenergic nebuliser treatments)
"moderate to severe acute asthma exacerbation"

MgSO4

10.4

60

46.8

NR

HR = 118 BP = 118 SaO2 = 91.8

Moderate

Placebo

11.2

50

46.2

NR

HR = 120 BP = 116 SaO2 = 91.4

Scarfone 2000

"moderate to severe asthma exacerbation"

MgSO4

6.8

58

NR

NR

SaO2 = 93.9

Moderate

Placebo

4.8

47

NR

NR

SaO2 = 94.1

SD = standard deviation; % PEF = percentage predicted peak expiratory flow; FEV1 = forced expiratory volume in one second; HR = heart rate; RR = respiration rate; BP = systolic blood pressure; SaO2 = oxygen saturation; NR: not reported

Figures and Tables -
Table 2. Baseline characteristics
Comparison 1. IV MgSO4 versus placebo

Outcome or subgroup title

No. of studies

No. of participants

Statistical method

Effect size

1 Hospital admissions Show forest plot

3

115

Odds Ratio (M‐H, Fixed, 95% CI)

0.32 [0.14, 0.74]

2 ED treatment time (minutes) Show forest plot

1

Mean Difference (IV, Fixed, 95% CI)

Totals not selected

3 Return to ED within 48 hours Show forest plot

2

85

Odds Ratio (M‐H, Fixed, 95% CI)

0.40 [0.02, 10.30]

4 Hospital length of stay (hours) Show forest plot

1

47

Mean Difference (IV, Fixed, 95% CI)

‐5.30 [‐9.46, ‐1.14]

Figures and Tables -
Comparison 1. IV MgSO4 versus placebo